La rueda

¿Son 'gent normal'?

FRANCESC ESCRIBANO

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Parece que el panorama en Can Barça se empieza a clarificar. El sábado, a las nueve de la noche, después de una carrera intensa y contra reloj para conseguir 2.534 firmas de socios azulgranas, cinco precandidatos pasaron el corte y ascendieron a la honorable categoría de candidatos oficiales a la presidencia del FC Barcelona. Todo un privilegio y, también, toda una oportunidad para su futuro profesional y personal.

De los dos aspirantes que han quedado descartados, me sabe especialmente mal por uno. Se trata de Jordi Farré. No lo conozco de nada, tampoco puedo decir que me caiga bien y no tengo ni idea de su programa... Si lamento su ausencia es por pura curiosidad, por la simple razón de que, sin él, parece que nos quedaremos sin saber cómo dirigiría el Barça una persona 'normal'. Y es que es así como él definía su candidatura: «'Som gent normal'». Un nombre tan simpático y entrañable como increíble e imposible. Más bien, puestos a valorarla, me parece una broma ingenua, porque si algo tengo muy claro, como modesto socio que soy, es que no es precisamente fácil llegar a candidato a presidir el Barça y que si alguien lo consigue es cualquier cosa menos una persona normal.

Sin necesidad de repasar la larga lista de anormalidades y extrañas actuaciones que han caracterizado a los últimos presidentes de la entidad, el argumento definitivo que confirma la excepcionalidad de cualquier aspirante al cargo es el requisito indispensable presentar un aval de 75 millones. Por tanto, no creo que se pueda considerar normal a alguien que pueda arriesgar esa cantidad o, aún peor, alguien que disponga de unos amigos que sean tan amigos que le dejen 75 millones para la aventura. Así pues, ante estas elecciones, si algo resulta evidente es que, hoy por hoy, y si las normas no cambian, es del todo imposible que un grupo de gente normal llegue a la presidencia del Barça.