Solidaridad congelada

La campaña Cubo Helado, esa pirámide solidaria contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), tiene una virtud incuestionable. Gracias a la participación de famosos internacionales, la iniciativa ha colocado esta cruel enfermedad en el mapa de las inquietudes colectivas. Así lo reconocen los impulsores de la campaña y las asociaciones de enfermos. Otra cosa es el resultado económico de Cubo Helado, que ha sido muy irregular. Mientras en EEUU la recaudación ha superado los 30 millones de euros desde el 31 de julio, en España el resultado es nulo, básicamente porque las entidades españolas se han sumado tarde a la iniciativa norteamericana y las cuentas bancarias de las que disponen para captar fondos son desconocidas por el gran público.

Es difícil determinar si todos los participantes españoles han abonado en algún banco el mínimo de 10 euros cada vez que se tiraban un cubo con agua helada a la cabeza. Pero muchos temen, no sin motivos, que algunos famosillos locales han aprovechado el apabullante tirón de la campaña en las redes para conseguir promoción sin coste. Estos son tiempos en los que la solidaridad es clave para paliar los déficits de la Administración. En Catalunya tenemos experiencia en iniciativas como La Marató de TV-3 o el Mulla't per l'esclerosi múltiple, que se han ganado un merecido prestigio. Si alguien ha hecho uso egoísta de un proyecto altruista como Cubo Helado, está a tiempo de arreglarlo. Quedan días para que acabe la campaña.