Soledad

Este es el cuento de la chica que se fue. Y del hombre que llegó. También del joven que se marchó. Y de los otros que vinieron. Y de más que partieron. Es el cuento de muchos que tuvieron que hacer la maleta y marcharse en busca de un futuro. El cuento de tantos que vinieron aquí a probar fortuna, huyendo del hambre y el miedo. Hoy, unos y otros miran el calendario y quizá la sonrisa se les tiñe de cierta melancolía. Inevitable que el recuerdo se trence como las guirnaldas de Navidad y que la ausencia pese un poco más que el resto de los días. Es la noche en que la distancia parece insalvable, en que el corazón se hace más chico y únicamenteo podría ensancharse llenándolo con el sonido de unas voces, con el contacto de esas pieles que hoy parecen más lejanas.

La obra social de Sant Joan de Déu ha creado unas cajas solidarias para estas fiestas navideñas. Son unas cajas sencillas, de cartón, pero cargadas de los mensajes más valiosos. Cajas de un kilo de 'Te quiero'. O de un millón de mimos. O de diez besos muy tiernos. O de mil gracias. O de 365 Navidades. Cajas vacías para que cada uno las llene de lo que quiera o de lo que pueda, pero que contienen lo único que no se puede comprar. Su importe se destinará a ayudar a los colectivos más vulnerables, los que no disponen de recursos ni coberturas. Para que la soledad no se convierta en desamparo. Para que el cuento acabe bien.