Sobrecostes en las obras del AVE

Los sobornados no serían en este caso políticos sino altos cargos de la empresa pública Adif, responsable de las infraestructuras ferroviarias

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las denuncias de un exempleado por presunto sobrecargo presupuestario de Ferrovial en diversos tramos de obra del AVE de Madrid a Barcelona, y otras relativas a la estación de la Sagrera, que implican a a la empresa Corsan, ambos casos en manos de los jueces, corroboran la lógica del hartazgo ciudadano, que considera que prácticamente todo lo que se hace con dinero público tiene la sospecha de ser objeto de corrupción. El caso que nos ocupa y del que EL PERIÓDICO informa hoy mismo y desde el lunes, y en meses anteriores en el caso de la Sagrera, reúne todos los ingredientes de estas prácticas. Salen a la luz porque alguien, por un motivo más o menos honesto, ha decidido tirar de la manta; un juez se pone manos a la obra -nunca mejor dicho-, y empiezan a aflorar los frutos de la corrupción. En este caso los sobornados no serían políticos sino altos cargos de la empresa pública Adif, responsable de las infraestructuras ferroviarias. Paradojas de las artimañas, en este caso con material excendentario sobrefacturado, vendido como chatarra, o con productos de más bajo coste se pagaban comisiones, viajes, ágapes,y fiestas en clubs de alterne. En definitiva, otro caso más que ilustra la ciénaga en que se ha convertido buena parte de lo público en este país. Tarjetas opacas, pago de  sobresueldos, financiación irregular de campañas y partidos, compra literal de políticos, fraude a Hacienda... Todo un abanico de prácticas corruptas a erradicar. Así no podemos seguir. Si antes era urgente, ahora es perentorio.