Sin daños

Sabemos que el 'sorpasso' daría grandes alegrías a Podemos y sería un trágico flagelo para el PSOE. Sabemos que eso podría abrir una batalla interna en el partido socialista que amenazaría su supervivencia o, al menos, su relevancia. Un doloroso choque entre corrientes más o menos centralistas, entre fuerzas más o menos conservadoras, entre dinámicas más o menos proclives a airear la casa.

Pero más allá de los particulares desasosiegos partidistas, lo que sabemos es que la suma de PSOE y Podemos sigue siendo necesaria para una mayoría de izquierdas. Ambos partidos suman equivocaciones, los votantes juzgarán el cómputo de cada cual, pero están condenados a entenderse… o los ciudadanos estamos condenados a cuatro años más de PP. Cuatro años más de corrupción sistémica, de involución en la educación y en la cultura, de desprecio del bien común, de impropias limitaciones de la libertad de expresión y de uso interesado e irresponsable de los nacionalismos. Ahí está la prohibición de las 'estelades' en la final de Copa del Rey. ¡Qué absurda leña al fuego!

Los meses pasados no son tiempo perdido, son algo mucho peor. Un reguero de oportunidades desperdiciadas y la amenaza de una abstención que lacera las oportunidades de la izquierda. En la diversidad de cada cual, sigue habiendo margen programático para el acuerdo. Por favor, no se hagan -no nos hagamos- mucho daño. Al menos, no tanto como para que sea irreparable.