Editorial

Sigue el veto a ampliar el permiso de paternidad

No es solo cuestión de dinero, se trata del modelo de sociedad al que aspiramos

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La crisis ya es cosa del pasado, según Mariano Rajoy. El 2015 amanece con grandes expectativas. Pero para según que cosas seguimos en lo más hondo del pozo y no es prudente dar pasos adelante. El Gobierno español ya ha hecho saber que mantiene paralizada la ampliación del permiso de paternidad de 15 días a un mes, una medida que debería haber entrado en vigor en el 2011, pero que Zapatero ya no cumplió. La crisis fue la excusa entonces y la ha asumido el PP sin titubear. Ni ahora que las cosas van mejor y ya no hay que temer por el puesto de trabajo, según De Guindos. Pero lo lacerante es que ni siquiera se trata de una cuestión económica. Como hoy dejamos constancia en el diario, los cálculos dicen que el coste de aumentar el permiso de paternidad (200 millones) es similar a lo que se ha ahorrado el presupuesto por permisos de maternidad, al reducirse la tasa de natalidad (178 millones).

Y hay una cuestión más importante. La asunción por parte de los padres -varones- de más responsabilidades ayuda a despenalizarsi están en edad de procrear, y ayuda a cambiar los parámetros de una sociedad básicamente patriarcal. Contribuye a crear familias más responsables e incluso puede reducir la violencia sexista, porque equipara los roles en la pareja. Países más avanzados de Europa, pero otros con condiciones similares al nuestro, como Portugal, han dado pasos en estos años difíciles. Porque no es solo cuestión de dinero, se trata del modelo de sociedad al que aspiramos.