Dos miradas

Shylock Mas

El 'president' valoró los resultados del referéndum de Escocia emulando al viejo mercader de Venecia de la obra de Shakespeare

JOSEP MARIA FONALLERAS

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No sé si lo tenía en la cabeza, pero el viernes, en la valoración de los resultados de Escocia, Mas hizo de Shylock, el viejo mercader de Venecia que, dispuesto a cobrar su deuda, suelta uno de los monólogos más famosos de la literatura, un alegato a favor de la igualdad de las razas y en contra de la discriminación. La historia de Shakespeare tiene muchas lecturas -también hay quienes ven en ella resonancias antisemitas- pero el discurso de Shylock ha pasado a la historia como ejemplo de dignidad del oprimido ante la injusticia.

Lo repitió un judío que quería atentar contra el Hitler falso de To be or not to be, en la mejor escena dramática de una de las mejores comedias cinematográficas de todos los tiempos. «If you prick us, do we not bleed?». Si nos pincháis, ¿no sangramos? «¿No se alimentan los judíos de la misma comida?», dice Shylock, «¿no nos hieren las mismas armas; si nos hacen cosquillas no reímos?».

Mas dijo: «¿Es menos nación Catalunya que Escocia para tratarla tan mal? ¿Tenemos menos mayorías a favor del referéndum, menos movilización?». Este es uno de los secretos del asunto. Con el voto, la comunidad que lo ejerce adquiere personalidad propia. Decide. Actúa. ¿No puede ser como las otras esta nación que «tuvo el primer Parlamento democrático, mucho antes que Inglaterra»?

Quizás llegaremos al fin del pobre Shylock, pero las palabras de Pau Casals resuenan hoy con una delicada potencia.