La clave

Sensato y transparente

BERNAT GASULLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No será este artículo un perfil sobre la personalidad deLuis Aláez, el juez que instruye las diligencias por el descarrilamiento del tren Alvia en la fatídica curva de Santiago. Tal tarea le corresponde, unas páginas más adelante en este mismo diario, aAntón Losada, que tiene la fortuna de conocerlo. Pero, incluso desde el desconocimiento de la persona, se pueden juzgar sus obras. Y la penúltima deAláez, el auto por el que imputa a quien acabe siendo responsable de la seguridad del tramo donde ocurrió el siniestro, dice mucho.

Y dice mucho, precisamente por ser un documento insólito en muchas oficinas de la administración de justicia. El auto es, pásmense ustedes, sensato y transparente. Quienes hemos tenido la suerte (y muchas veces la desgracia) de seguir resoluciones judiciales sabemos lo preciosos que son estos adjetivos: sensato y transparente. Sensato por apuntar lo que muchos otros habían subrayado muy poco después de la tragedia. El maquinistaGarzónera el presunto culpable, pero existen otros responsables de haber omitido las medidas de seguridad necesarias para prevenir un fallo humano. Y transparente por argumentar con claridad cuáles eran esas deficiencias de seguridad y detallarlas en el documento judicial.

Ahora le toca a Fomento

La deAláezes, además, una transparencia responsable. No es una filtración relámpago como las que han abundado en esta investigación. Es una comunicación de los fundamentos en los que se basan sus decisiones, De hecho, el juez ya le ha tocado la cara a la policía por filtrar sin control a algunos medios pruebas claves del proceso.

La sensatez y la transparencia que de momento marcan la instrucción judicial deben ahora llegar a la otra rama del caso. La que corresponde al Ministerio de Fomento, que debe tutelar que los expertos que investigan el caso se dediquen a esclarecer, no a ocultar ni a proteger a esos otros responsables. A estos expertos les corresponde asimismo averiguar e informar sin ambages en qué otros puntos de la red ferroviaria hacen falta más inversiones en seguridad. Lo peor de todo es que ya lo saben.