La rueda

El señorío del Madrid

JORDI Puntí

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Dos noticias de este fin de semana han confirmado el verano de crisis que vive España. En tiempos difíciles, la fe siempre es un valor en alza. Así, miles de jóvenes se han congregado en las llanuras de Madrid para saludar al Papa y rezar durante horas a Nuestra Señora de la Insolación. Entretanto, los futbolistas profesionales hacían huelga. A lo mejor el Gobierno deZapateropensaba en ellos cuando anunció una rebaja del IVA en la compra de vivienda.

Sin liga de fútbol, la gente ha seguido analizando los hechos deMourinhoy su dedo curioso, y yo no voy a ser menos. Estos días, para criticar las acciones viles deMarcelo, PepeyMourinho,se ha dicho y repetido que el Real Madrid es un club señor, y que estas bajezas ensucian la imagen distinguida de la institución. Yo diría que esto es una pura ilusión. Si repaso la historia del Madrid, no me parece que sobresalga como un club con señorío, sino que siempre lo ha dominado otro tipo de sentimiento, más castizo, altivo y prepotente. No me sorprende, por ejemplo, que el otro día sus jugadores no felicitaran al Bar-

ça ni se quedaran a la entrega de la copa. Han pasado muchos años, pero a veces parece como si todavía sintieran la superioridad que les procuró el franquismo...

Es cierto que hubo jugadores comoButragueño, Valdano, Raúl o el propioCasillas(hasta queMourinholo abdujo hacia el lado oscuro) que supieron transmitir una imagen prudente y no por eso menos arraigada en el madridismo. Pero si lo pienso durante dos minutos azulgranas, la balanza del mal perder se inclina hacia nombres comoJuanito, Stielike, Camacho, Hierro, Michel, Roberto CarlosoGuti. Eran buenos jugadores, pero siempre tenían un insulto a punto, un codo para soltar, un grito para acongojar a los árbitros.Mourinhoes un eslabón más de esta cadena.Florentino Pérez,que es un presidente muy tradicional, ya lo sabía cuando lo fichó.