La clave

Señor Rajoy, ya se lo cuento

Lo que pasa en Catalunya no se va a resolver en el Tribunal Constitucional

ALBERT SÁEZ

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Con todos mis respetos, le sugiero tres materiales para revisitar desde la sede del Gobierno lo que pasa en Catalunya. En primer lugar, el artículo del domingo de Xavier SardàVais a perder Catalunya, se titulaba. A continuación puede recuperar la intervención final de Eugenia Parejo -la sabiduría con patas- en el Salvados, también del domingo. Y el remate del cuadro se lo puede dar el artículo de Jordi Évole en la contra del lunes: «Vete a tu país». No es mucho texto, algo más sofisticado que la prensa deportiva pero muy accesible, ni en catalán ni en inglés. En pocos minutos tendrá un contraste del tremendismo de su amigo el ministro Fernández Díaz y del histrionismo de su querida Sánchez-Camacho. También del oportunismo que seguramente intuyó en su entrevista de julio con Artur Mas. Las notas que tome ahora podría ponerlas en contraste con las que guarda del día que recibió a la junta de Societat Civil Catalana. Lástima que no haya hecho lo propio con Òmnium o la ANC. Porque usted también debería ser el presidente de todos los ciudadanos, como le pide a menudo a Mas que lo sea de todos los catalanes.

El paso del tiempo

Si hiciera este ejercicio tan sencillo, muchas cosas cambiarían, en su mente y en el paisaje catalán. Observaría que este asunto no se va a resolver en el Tribunal Constitucional. Observaría que este asunto no se diluye ni encarcelando a los Pujol ni derrocando a Mas. Observaría que en esas concentraciones no hay pancarteros ni los de la ceja. Es un colectivo tan obstinado como pacífico que exige que le hagan una pregunta. A ellos y a sus conciudadanos que no piensan como ellos. Esa también es la Catalunya real. Con esta inmersión comprobaría que cada día aumentan los catalanes que quieren quedarse libremente en España, sin coacciones ni amenazas.

Sus ocupaciones y preocupaciones son otras. El ébola, las tarjetas b, los candidatos del PP en Madrid y Valencia, el clásico del sábado... Este asunto no debería estar en la carpeta de los que se resuelven con el simple paso del tiempo. Puede ridiculizarlo, desfigurarlo o minimizarlo, pero sigue ahí. Inexorable.