Las clave

Sánchez-Rajoy, un partido a la italiana

JUANCHO
Dumall

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Cuando se cumple un mes desde las elecciones legislativas, el panorama para la formación de un futuro gobierno de España no está ni mucho menos despejado. Sí pueden establecerse, en cambio, algunas conclusiones previas. La principal es que en este momento Mariano Rajoy tiene menos posibilidades de seguir en la Moncloa que de ceder el poder a Pedro Sánchez.

El largo pulso por los pactos se ha convertido en una especie de liga a la italiana en la que quien gana no es quien más goles marca, sino el que menos recibe. El PSOE tiene pocos goles a favor (90 diputados), pero en cambio suscita menos rechazo que el PP. Partidos como Democràcia i Llibertat, Esquerra o el PNV muy bien podrían abstenerse en una votación de investidura de Sánchez en el caso, todavía verde, de que este alcanzara un acuerdo con Ciudadanos y/o con Podemos. El PP tiene más goles a favor (123 escaños) pero en cambio tiene, por ahora, asegurado el no de casi todos los demás grupos. Su defensa es un coladero.

Dada la manifiesta incapacidad de Rajoy de seducir a otras fuerzas políticas con ofertas generosas que rompan los pétreos moldes impuestos durante el cuatrienio de mayoría absoluta, Sánchez puede jugar una carta, en el más puro estilo del calccio, la de que para Pablo Iglesias e incluso para Albert Rivera resulte demasiado incómodo votar junto al PP contra su investidura.

Los populares tienen a favor la posibilidad, siguiendo con el símil futbolístico, de que el equipo rival se quede con diez. Eso ocurriría de persistir la batalla sorda de algunos barones socialistas contra la estrategia negociadora de su secretario general. La cuestión es si Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara pueden hacer descarrilar un hipotético acuerdo con Podemos.

Nuevas elecciones

Y hay otro factor cuyo peso es difícil ahora de calibrar: ¿quién teme más unas nuevas elecciones? De la respuesta a esa incógnita dependerá en parte la estrategia de cada grupo. Pero no olviden que en el fútbol italiano se dan mucho las eliminatorias que se juegan al cero a cero en el partido de ida, para fiarlo todo a la vuelta.