La clave

Sánchez contra Iceta

JUANCHO DUMALL

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El flamante secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no ha sabido dar la espalda a la tradicional tentación de echar la red en los revueltos caladeros catalanes con el objetivo de sacar réditos políticos en otros territorios. Solo así se explica la celeridad de Sánchez y de su lugarteniente César Luena para presentar una denuncia ante la Fiscalía contra el 'expresident' de la Generalitat Jordi Pujol. Unas prisas desaconsejadas por los socialistas catalanes, quienes hubieran preferido tomar las decisiones que conducen el asunto al terreno judicial solo cuando se hubiera puesto en marcha la comisión de investigación (terreno político) aprobada por el Parlament y en la que Pujol está abocado a comparecer después de su estrafalaria intervención del pasado viernes.

Lo que ha hecho Sánchez al presentar la denuncia ha sido entrar en la carrera con Ciutadans (Albert Rivera adoptó el martes una iniciativa similar), la UPD de Rosa Díez y los intrépidos abogados de Manos Limpias. A costa, claro, de pasar por encima de la táctica, de mayor 'finezza', diseñada por Miquel Iceta. Eso permitió que el diario El Mundo abriera su edición de ayer con este titular: 'Sánchez impone al PSC una denuncia contra Jordi Pujol'. Toda una descalificación para el líder de los socialistas catalanes en un momento delicadísimo en el que Iceta trata de jugar un papel moderador ante el manido 'choque de trenes'. Porque lo que se desprende del titular es que el PSC no quería denunciar a Pujol. O sea, el clásico contubernio dentro del oasis catalán.

Está muy bien, por supuesto, que Sánchez quiera colocar a su partido en la vanguardia de la lucha contra la corrupción. Y sin duda en el caso Pujol sobran indicios de que estamos ante un escándalo que debe investigarse a fondo. Pero no deja de sorprender que el PSOE ponga su irreprimible sed de justicia por encima de la estrategia de los socialistas catalanes, menos pendientes de las noticias de prensa.

El avispero

Sánchez parece decidido a meterse de lleno en el avispero catalán. Otros dirigentes españoles lo hicieron antes que él con un éxito que estos días salta a la vista.