Análisis

Salimos del limbo

Ahora Rajoy parece dispuesto a aceptar el encargo del Rey para la investidura tras pasar siete meses en el spa de la Moncloa

CARMEN JUAN

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Rajoy ha seguido el consejo que le dio Pedro Sánchez y ha sacado del limbo a sus aliados potenciales, el PNV y Convergència. Vaya, que ayer se constituyó un Congreso de los Diputados de los de 'derechas de toda la vida'. El voto ha sido secreto 'a voces'. Parece que el PNV ha hecho lo de siempre y Convergència habría vuelto a su clásico 'peix al cove' y sin que Rajoy hable catalán en la intimidad le basta con ofrecer grupo parlamentario, que no es moco de pavo. Entre apretujarse dignamente en el grupo mixto o disponer de grupo propio, con su despacho, sus asistentes y su canesú, además del reembolso de gastos electorales, gastos de representación, subvenciones variables y una asignación presupuestaria mensual ¿Ustedes qué escogerían?

Para ser justa y rigurosa, he querido saber si a los ocho diputados convergentes les podría haber costado mucho dejar que presidan el Congreso la popular Ana Pastor con la compañía del ciudadano Ignacio Prendes. A la pregunta de si había alguna posibilidad de que CDC dispusiera por sus medios de grupo propio, la respuesta ha sido: «Ni de broma». No cumple ninguna de las condiciones que exige el reglamento, pero ese reglamento tiene más versiones que una canción de los Beatles.

A la pregunta de cuánto se cobra por grupo parlamentario, ahí va la cifra: 85.791,24 euros cada trimestre. Echen cuentas, si la legislatura dura cuatro años, hablamos de 1.372,656 euros más todas aquellas subvenciones variables que se puedan añadir a la suma final. ¡Pues ya lo tienen! Ahora sumen el pago en especies que veremos en los próximos meses y nosotros también salimos del limbo.

UNA GALLEGA DE CONFIANZA

Señoras y señores, con ustedes la 12ª legislatura de la democracia. El Congreso de los Diputados estrena presidenta, Ana Pastor, una gallega de la máxima confianza de Mariano Rajoy, incluso sonó para darle el relevo si convenía echarlo. ¡Vana esperanza!. 16 años diputada por Pontevedra, exministra de Sanidad en el gobierno de Aznar y de Fomento con Rajoy, solo la penosa gestión del terrible accidente del Alvia en Angrois ensucia una buena hoja de servicio. 

Ana Pastor preside una mesa que, gracias al acuerdo entre el PP y C's, se decanta a la derecha. A Albert Rivera se le está poniendo cara de Nick Clegg. La gran novedad es la ausencia de Celia Villalobos, la echaremos de menos, después de tantos años de estar de más. Tendremos que buscarla perdida entre los escaños, podría tener su propia versión del Pokémon Go, Villalobos Go, aunque ella es más de Candy Crush.

La izquierda está acusando el golpe de calor y le ha bajado la tensión, algunos incluso desvarían e insisten en jalear a Pedro Sánchez para que lo vuelva a intentar… ¡alucinan!

Rajoy parece dispuesto esta vez a aceptar el encargo del Rey y presentarse a la investidura, después de siete meses en el spa de la Moncloa. Ahora dice que «no tiene sentido prolongar esta situación de forma indefinida» y que «con sentido común y una cierta lealtad» esto se puede resolver a principios de agosto.

Pues nada, salimos del limbo. ¡Esto va a ser un infierno!