Salarios a la baja pese a la recuperación de beneficios

El crecimiento de la economía «difícilmente se puede sostener si no crecen los salarios». La frase no es de un sindicalista en plena negociación  con la patronal o con el Gobierno. Corresponde al consejero delegado del Banc Sabadell, Jaume Guardiola. La dijo esta semana durante su intervención en un desayuno con empresarios, en Vigo. Posteriormente matizó que en España se puede decir que no suben los sueldos porque aun hay mucho desempleo, pero alertó que si el mundo no cambia la situación actual en la que el crecimiento no se traduce en un aumento de salarios se creará «un problema de gran calibre». 

Quizás influida por las vacaciones estivales, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, defendió también durante el pasado agosto que la recuperación debería notarse más en los salarios. Pero este discurso duró poco, ya que esta misma  semana se sumó a las tesis del ministro de Economía, Luis de Guindos, a favor de mantener la moderación salarial como una de las mejores armas para mantener o ampliar, a su juicio, el empleo. 

Una teoría que choca con los datos de la evolución salarial en Europa y el contraste con lo que ocurre en España. Mientras que en la media de la eurozona los salarios han subido el 1,8% en un año hasta el segundo trimestre, en España lo han hecho solo un 0,4%, según la metodología de Eurostat, o incluso han bajado el 0,2%, según las muestras del Instituto Nacional de Estadística estadística , durante el mismo periodo. 

En Alemania, uno de los miembros del club europeo con menor tasa de paro, los salarios crecen de media a un ritmo del 3%. Pero en Portugal, que ya ha logrado salir del control de la Comisión Europea por un déficit excesivo, también suben los sueldos un 2.8%. 

Los datos de esta semana han sido poco halagüeños para los empleados. Pese a la moderación salarial que constatan las estadísticas, o incluso el descenso de sueldos, los precios siguen al alza, hasta situar en el 2% interanual el IPC en Catalunya.  UGT contrapuso el crecimiento del 3% de la economía con la constante reducción de los sueldos de los trabajadores, que ya suman cuatro caídas anuales consecutivas..

Aunque las grandes cifras de la economía apuntan a una mejora, es evidente que esta no se distribuye  con el mismo vigor con el que se repartieron los sacrificios en los momentos duros de la crisis, al contrario. Y ya va siendo hora de revertir esta situación. Con un Gobierno en minoría, la oposición debería ser capaz de forzar un cambio en este sentido que se notase, de entrada, en la función pública. La mejor manera de visualizarlo son los próximos Presupuestos. Veremos.