LA CLAVE

Un 'safety car' para Artur Mas

El 'president' es ahora el piloto que tiene la palabra, el que debe decidir el momento en el que va a acelerar para convocar el referéndum

JUANCHO DUMALL

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El reglamento de la fórmula 1 concede al piloto que encabeza la carrera tomar la iniciativa en el momento en que el coche de seguridad, el safety car, abandona la pista. Es entonces cuando el líder intenta sacar la máxima ventaja de las décimas de segundo que pasarán entre su primer acelerón y el de los coches que le siguen. Puede, por ejemplo, aprovechar la máxima velocidad punta en una recta o, tirar a muerte en una zona de curvas para sacar partido a la tracción del bólido. Artur Mas es ahora el piloto que tiene la palabra, el que debe decidir el momento en el que va a acelerar para convocar el referéndum, una vez que el Parlament, en su papel de coche de seguridad, ha realizado su trabajo y ha aprobado la ley catalana de consultas. La decisión del president desencadenará el arreón de los adversarios, en el que estará la impugnación de la ley ante el Tribunal Constitucional por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.

Máxima agitación

¿Por qué es tan importante tener la iniciativa en este momento del proceso? Pues porque una vez Mas convoque la consulta para el 9-N habrá una campaña institucional informando sobre el referéndum y llamando a la participación. Asimismo, se pondrá en marcha la maquinaria para establecer el censo. Será un momento de máxima agitación y propaganda. El Gobierno central -el segundo piloto- acelerará de inmediato, con la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario para frenar a la Generalitat.

Pero también será un momento muy delicado para el coche que va en tercer lugar, ERC, que debe pisar el acelerador con prudencia en ese instante crítico. Poner el motor a las máximas revoluciones sería exigir a Mas la desobediencia al Tribunal Constitucional y amenazar con retirarle el apoyo parlamentario. Acelerar con más suavidad sería, como insinuó ayer Marta Rovira, la número dos de Esquerra, hacer menos hincapié en la desobediencia para evitar un posible accidente masivo en la carrera.

Los demás pilotos -socialistas, populares, CUP, Ciutadans- tienen menos que decir en este juego de riesgos. Su papel se limita a no perder posiciones.