Al contrataque

Sabadell

MANEL FUENTES

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Adulterados. Pocas cosas conservan su función original, y así hoy resulta más dificultoso decir para qué o a quién sirven bancos, políticos, sindicatos o medios de comunicación. La semana pasada la pelea de dos adolescentes en Sabadell, o mejor dicho, el linchamiento de una chica a otra que gemía en el suelo obtuvo una gran difusión entre la mayoría de los medios de comunicación llamados tradicionales.

¿Qué motivó su emisión? ¿La espectacularidad de las imágenes? ¿El magnetismo del horror? Si capítulos tan vergonzosos como este fueran norma, seguro que algún estudio o asociación ya nos habría alertado y entonces esas imágenes serían, además de ilustrativas, una denuncia de esa conducta despiadada, pero no nos consta.

Así, en esta época de youtubes, selfies, likes y números de visitas donde lo que cuenta es cuánto se magnifica una singularidad, tal vez lo que nos convendría es un punto más de reflexión. ¿Cuál es el criterio para introducir un video en lo que parece (o parecía) el último reducto del periodismo ortodoxo audiovisual como es un informativo de televisión?

Pues no se sabe. ¿Por qué un día aparece un señor cruzando el Gran Cañón del Colorado en un alambre patrocinado por una marca comercial? ¿Por qué otro día es un accidente de coche brutal en una persecución policial… en Estados Unidos? ¿Por qué un día se habla del rodaje o del estreno de una película norteamericana concreta? ¿Cuál es la parte de desidia, cuál la de buscar audiencia a cualquier precio y cuál la de hacer publicidad encubierta, las que enturbian el supuesto criterio de los informativos de televisión?

Tener estómago

Me alegró ver que en los Telenotícies de TV-3, una de nuestras televisiones públicas, las dos chicas de Sabadell no aparecieron, así como me asqueó comprobar cómo alguien tiene el estómago de grabar una paliza sin inmutarse mientras alguien sufre.

La duda aparece si nos preguntamos quiénes somos nosotros frente a esas imágenes. Gracias al (o a la cafre) que grababa, nosotros las hemos visto. Gracias a las televisiones que han querido jugar a esto, nosotros las hemos visto. Sin duda, un impacto. Un pico de audiencia. Un retuiteo.

Pero, ¿alguien se ha planteado si esto no puede ser acicate para algunos adolecentes viendo la repercusión que ha tenido el video? ¿El que lo grabó, está avergonzado de no haber ayudado a la chica que estaba en el suelo o está feliz por ver la cantidad de visitas que ha tenido su video? ¿Cantidad o calidad? ¿Quién marca el criterio en los medios de comunicación tradicionales que todavía se consumen en el salón de casa? ¿A qué juegan los informativos de nuestras televisiones?