Ruptura total

La ANC y Òmnium deberían anunciar que si en la lista unitaria no están Mas y Junqueras, no quieren a ninguno

XAVIER BRU DE SALA

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Cuando nos preguntemos por qué Oriol Junqueras ha dejado atrás la pantalla de la declaración unilateral de independencia (DUI) y anuncia la proclamación de la independencia inmediata, no negociada y con efectos desde el primer día, responderemos que no ha encontrado una fórmula más brillante para distanciarse de Artur Mas. Hasta ayer, el problema era la DUI, pero como CDC ya se la traga, con un periodo de negociación parecido al de Escocia, Junqueras echa a correr, en una improvisada fuga hacia adelante, en busca de un requisito inasumible por cualquier independentista sensato: primero la independencia, después la negociación. Primero la independencia, después las estructuras de Estado. ¿Por qué? Quiere ser presidente. Ahora. Para intentarlo, debe eliminar a Mas del mapa político. Ya que el precio es dividir, pues toca dividir. Desconcertante, sobre todo porque desde que llegó a la primera fila no ha cesado de repetir dos cosas, que él no tiene ambición y que primero es la independencia y después los partidos. A eso, en otra galaxia, se le debe llamar coherencia.

Tal como se están poniendo las cosas, Mas se verá forzado a anunciar antes del 9-N que pronto convocará elecciones, aunque se deba tragar la exigencia del gran acuerdo entre partidos como requisito único. Si se enroca y no disuelve el Parlament, se arriesga a perder el aura que, a ojos de los soberanistas, se le ha ido formando en los últimos dos años. Si disuelve, lo tiene cada vez más difícil para encabezar una lista ganadora. CDC se encuentra en una situación tan delicada que, en vez de presentarse, prefiere apoyar la candidatura alternativa de la Assemblea Nacional Catalana Òmnium Cultural. Si Junqueras aceptara, reconstruirían el tándem, pero como las cosas no van por aquí, parece que de manera irreversible, la ANC y Òmnium tendrán que buscar un camino para esquivar el abrazo en solitario de CDC. Si no lo rehuyeran, la ANC estallaría antes de convertirse en instrumento de Convergència contra Esquerra. ¿Cuál es este camino? ¿Presentarse en disputa con CDC y ERC? ¿Tres grandes listas en vez de una para conseguir la independencia? A eso, en otra galaxia, se le debe llamar unidad.

¿No hay pues solución? El sabio Salomón propuso dar la mitad de un bebé a cada una de las dos madres que se lo disputaban. La madre falsa aceptó que lo cortaran por la mitad; la auténtica se desesperó y pidió que se lo llevara la otra, entero, pero la mala ya se había delatado. En el supuesto de que la ANC y Òmnium Cultural dispusieran de la proverbial agudeza mental del sabio Salomón, y no hay para menos, deberían anunciar que si en la candidatura impulsada por el independentismo civil no están Mas y Junqueras, los dos, no quieren a ninguno de los dos.

En otra galaxia, ya buscarían candidato. O candidata.