tú y yo somos tres

La rosa de Juana la loca

FERRAN MONEGAL

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La teleserie 'Isabel' va viento en popa. Es una de las pocas cosas que van bien en TVE-1. No obstante, esta semana han escenificado de forma muy surrealista -'patafísica', llamaba jocosamente Alfred Jarry a estas martingalas- el matrimonio por poderes entre el conde de Flandes, Felipe el Hermoso, y Juana de Castilla, posteriormente llamada 'Juana la loca'. La ceremonia matrimonial de Juana, a distancia, está correctamente escenificada. La paralela, a 2.000 kilómetros de distancia, de Felipe el Hermoso en Flandes, es de carcajada.  El enviado de los Reyes Católicos que representa a Juana, el embajador Gómez de Fuensalida, en mitad de la recepción, se desnuda y se queda en calzoncillos frente a Felipe y toda su corte.

¡Ahh! Es hilarante. Medievalistas acreditados me han asegurado que ese tipo de 'show' vodevilesco -que la serie intenta colar como pintoresco protocolo- es de sonrojo histórico. Eso me pareció a mi también, dentro de mi ignorancia. Hombre, si hubiesen fichado a Nacho Vidal para interpretar a Fuensalida, la corte de Flandes hubiese quedado mucho más impresionada. Más interesante ha sido la escenificación del primer encuentro entre Felipe Juana, ese instante en que el regio pollastre comienza a oler a Juana, venga a olerla, pasándole su nariz por la nuca, por el cuello, por las orejas, por la cara..., hasta que por fin da con lo que buscaba: la rosa que llevaba escondida en su frontis recatado. ¡Ahh! Ese sugestivo ritual tampoco sé si tiene alguna base histórica, pero al menos ha sido un juego de seducción interesante. Aunque la rosa era blanca, el nuevo líder del PSOE debería tomar nota. Es un golpe de teatro que fascina y atrae a las masas.

Adelina, damnificada

Adelina, damnificadaEl cierre de 'Hable con ellas' (T-5) sigue siendo un misterio grande. No sabemos si estamos ante la venganza del ventrílocuo. Una venganza lenta y tardía en todo caso, porque ya han pasado cuatro meses desde aquel monumental cabreo de José Luis Moreno, abandonando el plató con gran estruendo y cajas destempladas. Una de las grandes damnificadas por este cierre ha sido la curandera Adelina. Tras contar, días atrás, los pases mágicos que le hacía a Pujol, en el programa quedaron impresionados y decidieron contratarla y darle sección fija. Pobre Adelina. Todo fue debutar y acabar. No le dio tiempo ni a contarnos un sistema, que dijo que era infalible, para curar las almorranas. También es mala pata.