¡Rita, sé fuerte!

Es inquietante que el PP, como hizo antes con Luis Bárcenas, blinde el aforamiento de Rita Barberá en pleno tsunami de la corrupción en Valencia

Mariano Rajoy entre Alberto Fabra y Rita Barberá, este martes en Valencia.

Mariano Rajoy entre Alberto Fabra y Rita Barberá, este martes en Valencia. / periodico

ENRIC HERNÀNDEZ

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Toda decisión política, acertada o no, responde a algún motivo y persigue algún objetivo, sean estos más o menos confesables. Por eso es legítimo preguntarse qué le debe el PP a Rita Barberá, o qué secretos conoce esta del PP, para que el grupo popular del Senado fortifique su aforamiento al colocarla en la Diputación Permanente. Así, la exalcaldesa de Valencia conservaría el blindaje parlamentario ante la justicia ordinaria aun en el caso que se repitieran las elecciones generales. 

A imagen y semejanza de la madrileña Esperanza Aguirre, por ahora Barberá ha materializado el improbable milagro de permanecer judicialmente impoluta en medio del lodazal de la corrupción del PP. Ni los bolsos de la 'Gürtel' ni las dádivas a Iñaki UrdangarinIñaki Urdangarin la sentaron en el banquillo. Y ahora, la práctica totalidad de sus colaboradores están imputados por el 'caso Imelsa', mientras "la jefa" de todos ellos continúa sin pisar los juzgados. Solo su condición de senadora, que obligaría al juez instructor a inhibirse en favor del Supremo, exime a Barberá del encausamiento.

No a cualquer precio

Significativamente, en este escándalo la letanía del "respeto a la presunción de inocencia" ha decaído del argumentario del PP, que incluso ha animado a Barberá a "dar un paso atrás" y declinar la presidencia de la comisión constitucional para "seguir en su defensa" en esta presunta trama de blanqueo y financiación irregular de los populares. La exalcadesa ha atendido la sugerencia, pero no a cualquier precio: su inclusión en la Diputación Permanente constituye una formidable coraza ante el acecho de la justicia.

Mariano Rajoy la piropeó en las municipales: "¡Rita, eres la mejor!"la defendió tras el reciente golpe al PP valenciano, aunque este acabó de arruinar su investidura; y ahora la pone a cobijo de los jueces. Y eso que la semana pasada proclamó ante los suyos que el PP, ahora sí que sí, será implacable con la corrupción: "Esto se acabó."

Ni el "Luis, sé fuerte", ni el retiro dorado en el Senado ni el "despido en diferido" apaciguaron a Bárcenas. Veremos si este '¡Rita, sé fuerte!' en forma de burladero jurídico basta para asegurar su silencio.