Lo responsable es votar el 9-N

Empieza en el Parlament el último debate de política general de una legislatura corta, la segunda consecutiva. El impacto político de esta Diada supera cualquier intento de prolongar un mandato de cuatro años en el marco autonómico actual. Ante la asfixia financiera y el bloqueo institucional del Gobierno español -no hay noticia de los 23 puntos que planteó Mas a Rajoy-, la unidad de los partidos catalanes que proponen la consulta del 9 de noviembre (CDC, UDC, ERC, ICV, EUiA y CUP) tendrá que superar una nueva prueba: convocarla y celebrarla a pesar de la suspensión de Madrid. De los autores de "el 'caso Pujol' bajará el suflé independentista, observen en sus pantallas la nueva entrega: "No habrá consulta". Rajoy ha tomado una decisión: no moverse y mantener secuestrada la Constitución a la espera de que los partidos catalanes se peleen.

A ICV-EUiA y UDC se les acaba el tiempo, y deberían tomar alguna decisión. CDC parece convencida de mantener el rumbo, aunque le falta soltar lastre con la corrupción. ERC y la CUP apuntan el camino de la ruptura democrática ante el inmovilismo del PP. De los autores de «unidad, unidad y unidad» pensando en unas indefinidas elecciones plebiscitarias, también llega la película 'fem-ho bé'. Son los mismos que durante las semanas previas a la Diada se dedicaron a especular con la consulta y contradecir al 'president'. La 'V' acaba de poner en su sitio a los agoreros de allá y de aquí. La gente quiere votar el 9-N y cuando mucha gente junta quiere votar libre y pacíficamente, no parece razonable tratar de impedírselo. La alternativa de unas elecciones con declaración unilateral de independencia inmediatamente posterior debería asustar a los que hablan de suflé y 'fer-ho bé'. ¿Ciegos o irresponsables?