Resistir al avance 'vicentino'

La reunión de la ejecutiva de Esquerra podría haber sido este lunes una fiesta. Motivos no les faltaban. Pero no lo fue porque su líder, Oriol Junqueras, que daba por celebrada la victoria en las europeas, tiene ya la cabeza en las municipales. Y no solo él. A la misma hora, la cúpula de CiU constataba, no sin cierta impotencia, cómo en el área metropolitana buena parte de los exvotantes socialistas han saltado a Esquerra. Los politólogos alertan de la dificultad de traducir el resultado de este domingo al de unas municipales (con particularidades en cada ayuntamiento que se escapan a la demoscopia). Parece también que no es menos complicado hacer una traslación a las autonómicas, aunque si se intenta queda claro que el bloque proconsulta superaría los dos tercios de diputados del Parlament.

De momento, la pista que deja este 25-M es que los electores soberanistas son los que están más movilizados. El diagnóstico es compartido por todos los partidos, incluido el PP. De ser así, la pregunta que deberían hacerse el resto de fuerzas es por qué los suyos prefirieron quedarse en casa (descontados los que siempre pasan de las europeas).

Los populares se consuelan pensando que es porque aún no notan los efectos de la recuperación económica (si fuese solo por eso la abstención habría batido un récord). El PSOE intenta, esta vez sí, mudar de piel mientras sus compañeros en Catalunya insisten en que no les queda otra que «resistir». ¿Hasta cuándo? Solo ellos lo saben. Pero corren  el riesgo de que de derrota en derrota lleguen a las municipales todavía más desfondados.

Resistir, en argot de la actual cúpula socialista, es mantener feudos como L'Hospitalet, Cornellà, Santa Coloma de Gramenet... asegurarse las 18 ciudades del área metropolitana que este domingo situaron aún al PSC como primera fuerza. Son solo dos más de las que prefirieron a Esquerra de forma mayoritaria. En porcentaje de población, el voto socialista representó el 40% de los habitantes de esta zona mientras que los republicanos serían ya el 56%. Solo en dos municipios, Sant Cugat y Esplugues, CiU fue la primera.

La resistencia socialista, pues, topa con la ambición republicana, cuyo laboratorio de pruebas, Sant Vicenç dels Horts, ha funcionado.  Junqueras, su alcalde, lleva meses trabajándose el Baix Llobregat con el propósito de conseguir que cunda el ejemplo de los vicentinos, que es como coloquialmente conocen en Esquerra a los vecinos de Sant Vicenç que, sin responder al perfil clásico del independentista, lo son. Muchos se expresan preferentemente en castellano, su canal preferido no es TV-3 y se sienten más identificados con la plataforma Súmate que con Òmnium Cultural o la ANC.  Ellos también decidirán.