MIRADOR

Una mentira insostenible

El exministro José Manuel Soria, el pasado mes de abril.

El exministro José Manuel Soria, el pasado mes de abril.

NEUS TOMÀS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los dirigentes del PP que hasta el último momento han defendido, con mayor o menor entusiasmo, que no había más remedio que ‘premiar’ a José Manuel Soria con una plaza en el Banco Mundial mentían. Mentían tanto como lo hizo el propio Soria cuando inicialmente negó su participación en empresas que operaban en paraísos fiscales. Mintió hasta que no tuvo más remedio que aceptar que había mentido. Como ha tergiversado ahora la realidad el ministro Rafael Catalá cuando califica de “ejemplar” la conducta de su excompañero de gabinete por haber dimitido. No, no fue ejemplar. Soria intentó quedarse hasta que le obligaron a irse.

Mintió también otro ministro y uno de los principales artífices de este desaguisado, Luis De Guindos, cuando en el mes de junio desmintió la información de La Sexta que ya apuntaba que el Gobierno pretendía colocar al extitular de Industria en el Banco Mundial. Y Guindos volvió a a mentir esta semana al asegurar que hubiese sido “ilegal” negarse a la petición de Soria. No, no es cierto que no hubiese más remedio que decirle que sí. Para empezar, la plaza con la que pretendían premiar a Soria no está destinada exclusivamente a funcionarios de élite, aunque sí es cierto que son puestos para los que se prefiere a empleados públicos con es te perfil. Claro que en el caso que nos ocupa, hace 26 años que no ejerce como técnico comercial. Su mayor etapa laboral se ha repartido entre los negocios de la familia y la política. No es una crítica, solo una constatación. 

Faltó a la verdad Alicia Sánchez-Camacho cuando respondió a las críticas afirmando que el Gobierno no puede “limitar la carrera profesional de la gente”. Entre limitar y premiar hay un trecho y más cuando se trata de un expolítico con una trayectoria tan poco ejemplar.

El momento elegido para anunciar la propuesta de Soria, una vez finalizado el debate de la investidura fallida, es otra muestra de la falta de respeto a la inteligencia de Ciudadanos (a los que había amarrado como socios con promesas de mayor transparencia) y al resto de ciudadanos. Mentían y lo sabían. Por eso al final no han tenido más remedio que dejar de engañarnos. A lo mejor es cierto que los tiempos están cambiando, aunque sea a la fuerza.