CONTRAPUNTO

La rentable, para unos, privatización de AENA

El Estado se vendió la firma a 58 euros por acción en el 2015 y hoy cotiza a 135 euros

SALVADOR SABRIÀ

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No debería extrañar a nadie que a la mayoría de los ciudadanos les asalte la sensación de que le están tomando el pelo cuando se conocen los efectos de muchas decisiones relacionadas con el erario público. Mientras que se producen errores de bulto en las previsiones de los contratos de concesión de infraestructuras y servicios públicos, como ha sucedido con las autopistas de peaje que ahora deberán ser rescatadas por el Estado, los cálculos se han hecho a la inversa cuando de lo que se trata es de venderse patrimonio público.

La privatización parcial del gestor de aeropuertos AENA es un ejemplo sangrante de esta incapacidad a la hora de calcular un precio que se ajuste a la realidad de los que vale la firma. O quizás es el ejemplo de otra cosa mucho peor.

El Estado sacó a la venta el 49% de AENA en febrero del año pasado. Hubo mucho debate previo sobre el precio al que debía salir la acción para ser atractiva para los inversores. Y ya lo creo que logró serlo: 58 euros, que  al final de la sesión bursátil ya cotizaba a 70 euros. Algunos grandes fondos de inversión consiguieron en esa jornada unas ganancias de más de 800 millones Visto desde la otra cara de la moneda, el Estado perdió ese día 800 millones que podría tener en sus arcas si hubiese calculado un precio más adecuado al valor real de la compañía. 

Para evitar dudas, no se trató de una jornada aislada. El valor de AENA ha ido aumentando desde entonces. Un año después de su salida a bolsa cotizaba a 94 euros, y el viernes pasado, a 135. Alguien se ha hecho de oro con esta privatización y no ha sido precisamente el Estado, aunque este también se haya beneficiado de la subida en el 51% del capital que aún conserva. Los grandes fondos detentan aún más del 31% del capital y el resto está repartido en participaciones inferiores al 3% y pequeños accionistas. 

El tema ha vuelto a la actualidad ahora porque Ciudadanos ha realizado varias preguntas al Gobierno para intentar esclarecer si los beneficios de AENA de los últimos años se ha utilizado para reducir la deuda del Estado. También quieren saber si el Ejecutivo ha hecho algún estudio posterior a la venta parcial de la empresa pública que justifique que nadie hubiese previsto el incremento tan brutal del valor registrado por la acción de la compañía. El día que salió a bolsa, su capitalización se fijó en 10.500 millones de euros. El pasado viernes ascendía a 19.672. Un auténtico salto para un tipo de empresa que durante este año no ha variado ni su actividad ni sus fuentes de ingresos. «Esta operación ha supuesto una pérdida de capital muy importante para el Estado», considera Ciudadanos. Y tienen razón.