Renacer, con funeral a la vista

FERRAN MONEGAL

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Tras haberlo enterrado dos veces seguidas, Tele 5 ha decidido resucitar otra vez 'Hable con ellas'. A la vista de la audiencia obtenida (11,1%), me temo que el tercer funeral aguarda a la vuelta de la esquina. En esta ocasión, además de Sandra Barneda y Rociíto Carrasco, han contratado a tres señoras nuevas: Alba Carrillo, Soledad León de Salazar y Mónica Martínez. El fichaje de Soledad es quizá el más sugestivo. Esta dama, que en realidad es una transmutación del actor Josep Farré, tuvo mucho éxito en la época de Vitamina N en City TV (hoy 8TV). Jordi González animó a Ferré -un actor nacido en La Cubana- a que crease un tipo. Una especie de versión femenina de aquel inolvidable Tito B Diagonal de la radiofonía. Así nació Soledad, dama de derechas, católica, sentimental y con una impertinencia, mitad cursi, mitad pija, muy divertida. Triunfó mucho. Ahora, al cabo de los años, regresa. Si estuviera mejor acompañada, otro gallo cantaría. Por ejemplo, no sé por qué han eliminado a Yolanda Ramos, que significó una aportación decisiva en la primera vida de este programa. A Yolanda le debemos aquella impagable escena con el prepotente ventrílocuo José Luis Moreno, a quien le reclamó un dinero que le debía y que resulta que pasaban los años y no había forma de que le pagase lo suyo. Moreno se marchó echando chispas del programa. Enfadadísimo. Se rumoreó que Yolanda quedó sentenciada. ¡Ah! En estos casos siempre son los más débiles los que sufren represalias. A día de hoy, todavía no sabemos si el ventrílocuo le ha pagado lo que le debía. Otra criatura interesante, que fue eliminada, era Beatriz Montáñez. Su polémica con Bertín Osborne, sobre Venezuela, todavía se recuerda con gran cachondeo y alegría. Yolanda y Beatriz eran ingredientes que le daban al programa una dimensión burlesque mucho más interesante que lo que ahora hemos visto: una simple sesión de masaje con yacusi para Rociíto con motivo de su próxima boda, y un escarbamiento sobre la separación de Alba Carrillo. Le reprochaba Barneda con gran hipocresía: «¡Estás haciendo públicas las tripas de tu propia ruptura!». Alguien debería haberle recordado que eso es de lo que vive, precisamente, Tele 5.

No le veo futuro a esta tercera resurrección. Quizá si tomase las riendas Mónica Martínez, la cosa cambiaría. La clientela de T-5, acostumbrada al sangrante canibalismo del Sálvame y el Deluxe, este ejercicio les debe parecer soso y sin atractivo.