tú y yo somos tres

La regia bragueta y los fondos públicos

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como maná celestial le ha caído al Deluxe (Tele 5) ese viejo asunto de Juan Carlos I y Bárbara Rey. Le han dedicado tres horas al affaire. Es natural: aunque hayan pasado 40 años, las gestas de la regia bragueta siempre son un tema muy deluxe. Nos han detallado con mucha devoción los trabajos y los días del monarca y la vedette, cobijados en chaletitos desperdigados por Madrid.

Hasta ha salido una examiga íntima de Bárbara (¡ah, las amigas!), Hortensia Blázquez, que nos ha hecho un prodigioso resumen de aquellas tórridas jornadas en las que, al parecer, hubo apasionantes mezclas de géneros novelísticos: sexo, espionaje, amenazas, robos y cintas de vídeo. Decía la examiga: «Bárbara siempre quiso hacerle chantaje. Lo tenía todo grabado. Primero quiso que la metiera en un ministerio, con un cargo importante y un sueldo de por vida. Luego le pidió 12.000 millones de las antiguas pesetas. Ella lo que siempre pretendió fue quedarse embarazada, ¡pero ahí sí que nuestro monarca fue inteligentísimo!».

Hombre, lo de Bárbara en un ministerio habría sido una posibilidad atractiva. Ministra de Cultura hubiera sido oportuno. Si luego, al correr de los años, hemos visto que accedió a ese cargo un personaje como Wert, lo de Bárbara seguro que habría sido mucho más entretenido.

Lo mezquino de esa noche que Tele 5 dedicó a las gestas de la bragueta borbónica es que, fundamentalmente, pusieron el objetivo sobre Bárbara. Escuchamos muchas veces la frase «¡Quería chantajear al Rey!», O sea,la vedete dibujada como extorsionadora, y el Rey, como víctima. Es un enfoque tan cómodo como ruin.

Poca reflexión ha habido sobre la responsabilidad del regio pollastre; sobre la movilización del CESID (hoy CNI) en calidad de detectives privados al servicio de sus líos; sobre ese desvío del que nos hablaron, de 500 millones de pesetas, de fondos del Estado a cuentas bancarias en paraísos...

Una de las pocas voces que han roto esa monotonía de sumisión ha sido la de Pilar Rahola. Salió grabada un momentito (el tema borbónico a Pilar siempre la ha subyugado mucho) y dijo: «Lo que haga el Rey con sus partes bajas me resulta poco interesante. Lo que haga con el dinero público me preocupa, me alarma y me indigna». Esta vez estoy con Pilar. Totalmente. Es un enfoque televisivo bastante miserable cargar contra las Bárbaras, las Corinnas, o tantas otras damas desperdigadas por el mundo. Catalunya incluida.