tú y yo somos tres

Regate en TV-3, timo en La 1

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El viernes, mientras discurría el debate sobre el documental Ciutat morta (.Cat, TV-3), de entre los muchos tuits que insertaron por debajo de la pantalla se les coló uno que decía «Yo pensaba que el canal potente de la Corpo era El 33. Es ahí donde pasan los buenos documentales-denuncia, ¿no?». ¡Ah!  El sarcasmo de este tuit demuestra que la audiencia se entera perfectamente de lo que ocurre. No le ha pasado inadvertida a la ciudadanía esa maniobra, esa finta, ese regate sobre la marcha, que ha producido tan colosal maravilla: resulta que ahora TV-3  asume todo el protagonismo, y actúa de gran caja de resonancia, de un documental que en su origen fue relegado al canalet El 33 para que pasase inadvertido. Pero no les afeemos más su propia incongruencia: al menos ha servido para que monten un .Cat y debatan un poquito sobre aquella turbia jornada del 4 de febrero del 2006. Fue curioso el desarrollo de este debate. Comenzaron intentando desentrañar el misterio de si fue una maceta o una piedra lo que causó el daño irreparable a un miembro de la guardia urbana, pero enseguida el debate se polarizó hacia las torturas que los encausados han denunciado haber padecido tras su detención. Por un lado, los papeles oficiales esgrimidos -la investigación oficial-  descartan estas torturas. Pero se alzó de pronto la voz de Joan Josep Queralt y dijo: «Lo que deben hacer es encargar una investigación a una entidad independiente». Lo que estaba advirtiendo este catedrático de Derecho Penal es que resulta sorprendente que los propios acusados de posibles torturas sean los encargados de investigarse a ellos mismos.

BÁRCENAS Y EL TIMO DE TVE-1 .- Nos iba asegurando Ana Blanco, presentadora del Telediario de TVE-1. Mientras discurría su informativo: «¡Estamos pendientes de la cárcel de Soto del Real!». En efecto, estuvieron tan pendientes que en cuanto Bárcenas salió y rompió a hablar, desconectaron enseguida: le dieron exactamente 49 segundos. ¡Ahh! Qué miedo, qué pavor, a lo que pudiera decir. Los espectadores tuvimos que ir a El intermedio (La Sexta) para enterarnos al completo de lo que Bárcenas decía. O sea, la noticia del día nos la sirvieron en un programa de humor, y no en la gran tele pública de España, que siguió con su informativo con temas tan urgentes como los nuevos tratamientos sobre la calvicie (1 minuto y 30 segundos). Eso no es informar: eso es un timo.