EL APRESTO DOMINICAL

La recuperación sigue frágil

El análisis del colectivo de opinión europeG sobre la evolución de la economía española en la última década destaca tanto el éxito de la balanza exterior como la rémora del endeudamiento público y privado de 1,7 billones.

La economía española ha mejorado pero no supera sus debilidades de siempre

guindos  y Dijsselbloem

guindos y Dijsselbloem / periodico

JOSEP-MARIA URETA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay datos para dar y vender sobre si la anómala prórroga del Gobierno español tras dos elecciones de diputados está afectando o no a lo que se conoce como economía española. La astucia de los burócratas ha implantado la perífrasis en funciones para justificar a la vez que no se toman decisiones comprometidas o que se ejecuta lo que sea por decreto en nombre de la gobernabildad y el principio de Estado. Tan cómoda situación la acompañan los gobernantes del PP con el axioma de que España crece al 3,2%, el mayor de la Europa del euro. Se oculta así que el eurogrupo ha vuelto a advertir esta semana –de nuevo la foto de De Guindos y Dijsselbloem en los diarios--, que no se creen esa cifra, como ya han hecho otros organismos europeos: la pérdida de reputación de los gobernantes españoles cuando presentan datos bien calculados pero maquillados a conveniencia parece difícil de revertir.

Las otras estadísticas españolas, las que realmente justifican pertenecer a la Europa del euro, y que no son las del crecimiento, aunque sea una buena señal, presentan un panorama distinto. Por tercera vez en cuatro años, el grupo de opinión de economía política europeG ha proporcionado en su página web todos (www. europeg.com) los datos que realmente permiten conocer el estado real de la economía española. Los catedráticos Antoni Castells, Josep Oliver, Martí Parellada y Emilio Ontiveros, con la profesora Gemma García, parten del principio de que no es lo mismo la política económica –los gobiernos y sus decisiones para rectificar, si pueden, tendencias indeseables— que la economía política. Ésta parte del análisis de los datos acumulados en largos plazos y busca explicaciones. No pronostica, solo contrasta.

Este colectivo de opinión europeísta constató en el 2012 que el endeudamiento privado era un factor de riesgo, pese a que los analistas no lo habían calibrado bien hasta el colapso financiero del 2008. En el 2014, europeG incorporó en sus análisis otra variante imprevista hasta entonces, con efectos drásticos sobre la economía española: el euro es una divisa frágil porque no tiene un estado único que lo gobierne. Así huyeron de España 400.000 millones de euros en inversiones entre el 2011 y el 2012. ¿Por qué, si no era posible devaluar? El martes pasado Oliver y Castells presentaron medio centenar de indicadores que siguen la senda del diagnóstico de los que presentaron hace dos y cuatro años.Se pueden extraer cuatro conclusiones.    

Primera, que la recuperación económica española es tan constatable en términos de crecimiento del PIB y del empleo como frágil en la manera de cómo se ha conseguido.

Segunda, que hay contrastes intensos en las constantes de la balanza de pagos española a largo plazo, que es mucho más que el PIB, porque refleja la relación económica de España con el resto de países, en especial con los de la UE  y los más desarrollados. Junto a los récords continuados e insólitos como los de de exportar más que importar hay que añadir que se van apagando.

Tercera y quizá la principal. Las familias y las empresas españolas han reducido, en conjunto, sus deudas financieras hasta un 40% sobre las que tenían hace cinco años. Esas deudas estaban contraídas a través de los bancos españoles, que a su vez estaban endeudados con la banca extranjera, sobre todo europea. Esa reducción, no obstante, se ha conseguido con dopaje:el Estado ha salvado a los bancos que prestaron temerariamente a los promotores inmobiliarios y para compensar esas ayudas tuvo que endeudarse.Total, trasvase de deuda: la privada baja casi tanto como aumenta la pública. El problema es el mismo: lo que los españoles amortizan particularmente se lo vuelven a encontrar como contribuyentes. Cada año hay que renovar créditos por valor de 300.000 euros.  

Cuarta, la menos admitida por el Gobierno, pero bien reflejada en los gráficos de europeG. España va bien, no solo por sus propios méritos (austericismo, reforma laboral…). Están ayudando, y no poco, la política del BCE de tipos de interés nulos --con el primer atisbo negativo del desplazamiento del dinero inversor ocioso hacia la compra de pisos--, el precio barato del petróleo, y el inesperado auge del turismo por las amenazas en las zonas más competidoras en bajos precios, al que es adicto el sector español. Todo frágil y demasiado parecido al modelo de hace una década.¿Y si cambia la dirección del viento?