tú y yo somos tres

Recuerdos de lluvia dorada

Ferran Monegal

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Desde 1994, año en que liquidaron El peor programa de la semana de Wyoming, TVE busca un late show. Y no acaba de encontrarlo. No es por falta de materia prima. En el circo no faltan criaturas con talento, ni escasean guionistas, humoristas, caricatos o presentadores con chispa y con gancho. El problema es el nefasto microclima que envuelve la gran televisión pública del Estado. En los dos últimos años probaron fortuna con Mara Torres y Joaquín Reyes (Torres y Reyes). Poco después ensayaron la fórmula Alaska&Coronas. Y ahora le acaban de poner a Alaska un nuevo compañero,  Santiago Segura. La novedad es que ahora los han traspasado, de La 2 a TVE-1, quizá porque consideran que Segura es un personaje de alto valor mediático. Hombre, lo bueno habría sido que en lugar de poner a Segura hubiesen puesto a Torrente, su alter ego. Con el deslenguado brazo de tonto de la ley haciendo el cafre por el escenario, y la simpática y perspicaz Alaska como contrapunto, es probable que hubiesen conseguido el golpe que deseaban. Lo que hemos visto sigue la pauta blanda. No es un programa desagradable. Se deja ver. Pero sigue faltando el tono muscular que hoy la tele nos tiene acostumbrados. Lo mas fuerte ha sido el rescate -en presencia de Carmen Maura como entrevistada- de aquellas imágenes de la película Pepi, Luci, Bom..., cuando una jovencísima Alaska practicaba la lluvia dorada -o sea, se orinaba- en la cara de la actriz Eva Siva. Es significativo que hayan tenido que viajar hacia atrás, hasta 1980, para poder dar un arrebato bárbaro.

IGLESIAS & PIQUERAS .- Otro encuentro suave: Pedro Piqueras recibió a Pablo Iglesias (Informativos Tele 5). ¡Ah! Fue tanta la suavidad del entrevistador, fueron tan exquisitos sus esfuerzos para no incomodarle, que el propio Pablo exclamó: «No siempre tenemos en los medios de comunicación un trato tan elegante». Hombre, en las entrevistas a políticos que aspiran a controlar el Estado, no es aconsejable que se sientan tan a gusto. Se corre el riesgo de que, más que contestar,  acaben roncando. O  sea, regurgitando en voz alta una ensoñación en forma de speech, ensimismados. El único titular que nos ha deparado ese encuentro es que lo han seguido más de 4 millones de espectadores. ¡Ahh! Ni Rajoy, ni Sánchez, consiguieron tanto. No sabemos lo que pasará en las urnas, pero está claro que en la tele Pablo IglesiasDon share,  sigue arrasando.