EDITORIAL

Récord de muertes violentas en Venezuela

Vivir en Venezuela es, además de una penosa lucha por la vida, un ejercicio de alta peligrosidad por las 28.479 muertes violentas durante este año

Protestas en San Cristobal (Venezuela) por la retirada de circulación de los billetes de 100 bolívares.

Protestas en San Cristobal (Venezuela) por la retirada de circulación de los billetes de 100 bolívares. / FPZ

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Vivir en Venezuela es, además de una penosa lucha por la vida, un ejercicio de alta peligrosidad. Ya era, después de El Salvador, el segundo país más violento del mundoLos últimos datos del Observatorio Venezolano de Violencia confirman este triste podio y apuntan a que el fenómeno va en aumento. Las 28.479 muertes violentas registradas en este 2016 indican que la tasa de homicidios ha pasado de 90 a 91,8 por cada 100.000 habitantes (en España no llega a un homicidio por 100.000 habitantes), un fenómeno que debería preocupar muy seriamente al Gobierno de Nicolás Maduro, pero que se ha manifestado incapaz de ponerle coto.

Es más, el régimen chavista se niega a facilitar datos oficiales sobre el número de homicidios. Lo que sí ha hecho ha sido tomar medidas de mano dura en algunos barrios pobres llevadas a cabo por cuerpos de élite, calificados de 'escuadrones de la muerte', con el balance de varios cientos de homicidios, detenciones arbitrarias y allanamiento de morada. Existe otra violencia, menos letal, pero igualmente preocupante generada por la política económica del Gobierno como son los saqueos ante la escasez de alimentos y la inflación desbocada que se sitúa en más del 700%, o los recientes disturbios tras la retirada de los billetes de 100 bolívares. Venezuela, a pesar de su riqueza petrolífera, es un país fracasado, con unos gobernantes incompetentes, preocupados, eso sí, por mantener en la cárcel a los líderes de la oposición democrática.