La rueda

El rechazo que recorre Europa

La presión de los llamados partidos populistas está desestabilizando a la UE

CARLOS ELORDI

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Los llaman partidos populistas sin definir lo que eso quiere decir. Crecen en toda Europa. En cada país tienen un sesgo particular, unos, los más, a la derecha, otros en la dirección opuesta. Lo único que les une es el rechazo a los partidos tradicionales que ocupan el poder desde hace décadas y a sus políticas de gestión de la crisis económica que han empeorado las condiciones de vida de las clases populares en todo el continente. Y su presión, además de su ascenso electoral, está desestabilizando políticamente a la mayor parte de los países y también a la UE.

El referéndum británico del 23 de junio que puede llevar al 'Bréxit', es decir, a un desastre, es fruto de la iniciativa de Nigel Farage el líder del partido ultranacionalista y antieuropeo UKIP. Que aún no es capaz de ganar elecciones, pero que está condicionando al Partido Conservador hasta el punto de que puede llevarlo a la ruptura. La presión del Front National francés está llevando al gobierno y a la presidencia socialista a traicionar tanto su programa que puede dejarlos fuera del juego electoral.

Angela Merkel cae en las encuestas porque el antieuropeo partido AFD le está comiendo el terreno. En Austria han estado a punto de conquistar la presidencia del país con casi el 50% de los votos. En todos los países escandinavos y en Holanda suben los partidos nacionalistas y anti-inmigrantes. En Italia, el movimiento de Beppe Grillo espera ser el partido más votado. En Grecia gobierna Syriza y en España Podemos-IU puede obtener un buen resultado el próximo 26-J.

Nadie se atreve a predecir qué resultará de ese proceso. Pero todos creen que va a seguir. Que Europa, país por país y en conjunto, va a ser incapaz en mucho tiempo de resolver los problemas sociales que están en el origen del auge del llamado populismo. En definitiva, que lo más crudo está por venir.