'Ratus'

Demasiada broma con el masculino de rata puede convertir en un episodio nacional más, subgénero vodevil, un hecho que trasciende tanto en lo político como en lo jurídico y económico. Quién no paga impuestos en España y por qué desde que gobernó Aznar con Rato, esa es la cuestión. En aquellos tiempos en que Antoni Bassas dedicaba un pequeño espacio de las mañanas en Catalunya Ràdio a hablar de Economía recreativa con el inmenso Fabian Estapé, este maestro de economistas y buen conocedor de los entresijos madrileños -descubrió, casi el único, que el vicepresidente se había doctorado sobre sí mismo- llamaba al vicepresidente, Rato y Consumado.

Por derecho: un matrimonio rato, (del latín ratus, confirmado) necesita consumarse, saber si dará frutos. Hoy no parece que haga falta ni en sentido figurado. Pero quien quiera dar dimensión del grave problema español y los impuestos, debería seguir la noticia de ayer que explica cómo se intenta juzgar ahora a una pandilla de consultores de minuta alta y ética social inexistente, los directivos de PwC España, que en el 2002 vendieron la marca a una multinacional y apenas pagaron impuestos. Todo legal, como saben asesorar a los más ricos y sus sociedades. Por eso Estapé sabía latín.