Editorial

Rajoy y Sánchez ya ni se saludan

El líder del PP insiste en un imposible pacto con PSOE y Ciudadanos con él como presidente e ignora la realidad

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A la vista de cómo transcurrió, la reunión de ayer entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy en la ronda de contactos del líder socialista para su investidura habría sido mejor que no se celebrara. Apenas duró media hora, ni se saludaron en público -Rajoy no correspondió a la mano tendida por Sánchez- y no hubo diálogo alguno sobre la formación del Gobierno. Pese a ello, Sánchez calificó la entrevista de «útil», posiblemente porque, en su calidad de aspirante a presidente, le interesa transmitir esa impresión y porque ambos líderes hablaron de temas de Estado como la próxima cumbre de la UE, la estabilidad presupuestaria, la lucha contra el terrorismo y la unidad de España.

Rajoy, sin embargo, ni siquiera se felicitó por la celebración de la entrevista y su actitud posterior no pudo ocultar la desgana con la que aborda la situación. A ello no son ajenos los errores que ha cometido -el principal, la renuncia a la investidura, del que no se arrepiente- ni el inmovilismo de sus posiciones. Volvió a proponer a su interlocutor un Gobierno tripartito PP-PSOE-Ciudadanos presidido por él, cuando sabe que esa combinación es imposible, y más cuando aparecen cada día nuevos casos de corrupción que alejan a Albert Rivera de toda tentación de pacto con el PP. Rajoy niega la realidad cuando dice que en ningún país europeo ocurre que el partido más votado no gobierne. Solo tiene que mirar a Portugal -o a algunas autonomías españolas- para darse cuenta de su error, y en lugar de repetir que el PP ha ganado las elecciones haría bien en preguntarse por qué ningún partido acepta apoyarle.

Sánchez, por el contrario, se muestra mucho más seguro y confiado. Pese a que su intento de lograr la investidura sigue siendo difícil, se atrevió a pronosticar el cierre de las negociaciones a final de mes y la sesión de investidura para primeros de marzo. Frente a la catarata de catástrofes que anuncian los ministros del Gobierno en funciones y los portavoces del PP si se forma un Gobierno encabezado por el PSOE, Sánchez se mantiene firme en los propósitos anunciados desde que el Rey le encargó la investidura: formar un «Gobierno reformista y progresista, un Gobierno del cambio» que han votado 15 millones de españoles, frente a los 7 que respaldaron al PP, con el que no cuenta porque «tiene que regenerarse en la oposición». Esa es la apuesta y de momento no la pierde.