Rajoy-Mas: La puerta sigue abierta

La esperada reunión entre los presidentes del Gobierno y de la Generalitat, Mariano Rajoy y Artur Mas, concluyó ayer con un resultado mínimamente positivo. No se ha producido el temido portazo. Ninguna de las dos partes cometió el error de la entrevista de septiembre del 2012, tras la Diada de aquel año, en que ambos líderes simularon un diálogo de sordos a cuenta de la reivindicación del pacto fiscal, que acabó con las elecciones anticipadas.

Estaba muy claro que sobre la cuestión de la consulta anunciada para el  9-N las posturas seguían absolutamente cerradas y el peligro que se cernía sobre la entrevista era que esa cuestión bloqueara cualquier posibilidad de diálogo. Pero la iniciativa de Mas de acudir a la Moncloa  con un paquete de 23 cuestiones o contenciosos concretos que la Generalitat ha recopilado y que pueden ser objeto de negociación en sus respectivos ámbitos ayudó a mantener los puentes abiertos. Estar dispuestos a negociar sobre estas cuestiones -algunas muy concretas, como un enlace ferroviario; otras más genéricas, como la revisión del sistema de financiación de las autonomías- deja puertas abiertas a dialogar, que es de lo que se trata. De hecho, el comunicado del Gobierno central tras la reunión destaca la voluntad de Rajoy de seguir colaborando con la Generalitat  y su compromiso «con el bienestar y futuro de los catalanes», al tiempo que se compromete a estudiar las propuestas presentadas por Mas «con ánimo constructivo». La declaración del Gobierno -no hubo comparecencia de ningún portavoz- no olvida reiterar, no obstante, el no tajante a la celebración de la consulta y la advertencia de los riesgos que «la inestabilidad política podría suponer al incipiente proceso de recuperación». Ahí es donde las posiciones siguen donde estaban y la hoja de ruta hacia la consulta -que,  como reiteró Mas, debe ser legal- sigue invariable. Veremos si por la rendija abierta se avanza en ese punto, ahora o en el futuro.

Por lo demás, el resto de las fuerzas políticas catalanas no han expresado entusiasmo por el resultado de la entrevista. Quienes están en el frente del no a la consulta siguen poniendo el acento en la contundencia del veto de Rajoy, y quienes están a favor insisten en que no hay otro camino que mantenerla. Queda aún tiempo para evaluar si la entrevista da frutos o todo es un espejismo.