LA CLAVE

Rajoy, la pelota al suelo

El presidente es fiel al 'código Mariano': marcar un ritmo parsimonioso para que todos estén en vilo

JUANCHO DUMALL

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Mariano Rajoy podrá perder el poder, pero es difícil que pierda la calma. Maltratado por las encuestas cuando comienza un año electoral muy difícil para su partido, el presidente del Gobierno no se ha dignado a dar ni una sola pista sobre quiénes serán los candidatos en las plazas más disputadas en las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Cuentan las crónicas que en el PP están de los nervios ante tantas incógnitas por resolver, pero su líder máximo -fiel al 'Código Mariano', en expresión de Antón Losada- no altera el paso. No es que tenga la sangre de horchata, es que aplica un ritmo parsimonioso que le permite tener la sartén por el mango en todo momento a base de que todo el que le rodea esté en vilo.

¿Quién será el candidato del PP a la alcaldía de Madrid? Se trata de una decisión fundamental, pues la capital de España es un bastión de los populares desde 1991. ¿Será Esperanza Aguirre, pese a estar quemada por sus antiguos colaboradores que resultaron ser corruptos o por su fuga en coche cuando iba a ser sancionada por los agentes? ¿Será Soraya Sáenz de Santamaría, tan eficiente al mando de la fontanería de la Moncloa, la que se sacrificará para lanzarse a una batalla de Madrid de muy dudoso final? ¿Será Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno de perfil duro y verbo fácil? Solo Rajoy lo sabe (o no).

José María Aznar hacía exhibicionismo de su poder al mostrar un  cuaderno de tapas azules en cuyas páginas secretas estaba escrito el porvenir político de los cuadros del PP. Rajoy no tiene cuaderno ni ganas de hacerse el chulo, pero sí una táctica, que ya utilizara cuando nombró a Miguel Arias candidato al Parlamento Europeo: dilatar al máximo el tiempo hasta tomar las decisiones. Y mientras tanto, que se exciten los mentideros, mientras él se fuma un puro. Ya hablaremos de las listas en febrero.

Podemos

Ni siquiera  la irrupción de Podemos, que trae de cabeza a todo el mundillo económico, político y mediático, parece afectar a Rajoy. La que plantea Pablo Iglesias no es su guerra. Así que, pelota al suelo, y Esperanza que tome tila.