La situación en Espña

Rajoy es como el corcho

De momento, el presidente del Gobierno no sucumbe al plomo que soporta por el 'caso Bárcenas'

XAVIER BRU DE SALA

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Mariano Rajoytiene una especialidad que comparte con el corcho: no se hunde. Los famosos hilillos que se escapaban delPrestige habrían anclado sin remisión a cualquier político en las profundidades abisales. Perdió dos veces, la primera contra pronóstico, y tuvo que superar una ola de poderosa envergadura, levantada en campo propio, que pretendía revolcarle.

Si el propósito deRajoy es flotar, por adversas que sean las condiciones -flotar conlleva no dirigirse a un lugar sino dejarse llevar por los vientos y las corrientes-, hay que decir que hasta ahora le ha salido bastante bien. ¿Y a partir de ahora? Depende del plomo que tenga que soportar. Con una cantidad suficiente de plomo, todos los corchos del mundo se hunden. ¿Hay en la santabárbara deBárcenasbastante plomo para hundirRajoy?

HASTA AHORA no ha salido, pero como señala el director de EL PERIÓDICO, si aparece la prueba de un recibo firmado por él cuando era ministro, deberá dimitir.Bárcenas podría haber anotado unas cantidades a nombre de uno y del otro y metersese algunas en el bolsillo para engordar sus cuentas. Si no hay testigos fehacientes, y es dudoso que salgan, es la palabra de un preso contra la de un presidente del Gobierno, que por cierto, de palabra, no ha dicho ni una. ¿Miedo de volver a mentir? ¡Si aparece un recibo, se acabó!

Mientras esperamos el desenlace, mejor abstenerse de especular y arrojar un poco de luz, aunque sea un poco, sobre la tenebrosa naturaleza de la lucha por el poder que se desarrolla en la arena de Madrid. Las espadas fratricidas llevan años afilándose en la sede del PP. Como sabe o debería saber todo el mundo, dentro de la derecha española, Rajoyrepresenta el ala centrista, no por razones ideológicas, porque es tremendamente conservador, sino por su naturaleza de corcho. Sus neuronas políticas, que tiene, están al servicio de su propósito: «Todo para no hundirme».

Pero el plomo que soporta pesa. Y pesa la otra corriente de la derecha, la dura, recentralizadora, autoritaria, populista, cercana al ultraliberalismo y a otras ideologías con el mismo prefijo ultra.Aznareligió aRajoy como sucesor porque confundió la indolencia con la obediencia, y Rajoya la suya, que no consiste en imprimir un rumbo inmutable o seguir el surco rectilíneo deAznar, sino a flotar de aquí para allá. Es natural que la España tridentina se impaciente, y sobre todo su modernizador. QuizáAznarno está en condiciones de volver, pero si al finalRajoyes hundido, dirigentes comoGallardónyEsperanza Aguirretienen opciones para llegar a la cima del poder. Con un programa inspirado y bendecido por la FAES.

Buena parte de lo que pueda pasar está en manos deBárcenasy de su nuevo socio en la campaña de filibusterismo que han puesto en marcha en comandita.Bárcenasquiere revancha. Inspirado en Sansón, pretende derribar las columnas y reventar el PP. La diferencia es que Sansón produjo una gran mortandad entre los enemigos, mientras queBárcenaslo intenta con los amigos, o con los que tuvo por amigos. Pero con la fuerza y la furia vengativa no basta.

Es necesaria una estrategia dibujada por una mente aguda, y perversamente refinada. Una estrategia y unos instrumentos que tripliquen la fuerza de los proyectiles de plomo.

Aquí es donde interviene el periodistaPedro J. Ramírez, en su pretensión de determinar la agenda política desde su temible destructor mediático. Él está conAznaryEsperanzaAguirre. También con UPD. Es sin duda el más peligroso de los posibles administradores de la revancha deBárcenas.No hay duda de queRamírezse dispone a añadir plomo al plomo para hundirRajoy. Y lo hará de tal manera que, conseguido su propósito, si tiene éxito, el sucesor no sea del entorno deRajoysino de la confianza del grupito aznarista que pretende reconquistar el poder.

PERO NO SABEMOS si la munición del máximo calibre, los recibos, existen y, en consecuencia, si los fuegos son reales o artificiales. Pero la munición que haya, mucha o muy poca, ambos la comparten y es seleccionada por este periodista que juega a exhibir su capacidad de deponer y nombrar presidentes del Gobierno. Si alguien sabe qué diráBárcenasal juez el lunes próximo es donPedro J.. Más que el propioBárcenas. También se pueden imaginar quién elige al nuevo abogado deBárcenas.

¿Qué papel juegan el resto de actores políticos y mediáticos? Somos comparsas al servicio de los dos filibusteros, y de la pretensión de entronizar a la derecha más autoritaria. No tenemos otro remedio, pero el papelón no es agradable.