Rajoy ante la prueba de mayo

JOAN Tapia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando en el 2013 la economía se hundía y se destruía mucho empleo, Mariano Rajoy supo capear las crisis de los mensajitos de Bárcenas. Ahora en otoño del 2014 con la economía creciendo al 1,6% y creando empleo, el PP se ha hundido en las encuestas. El domingo 7 El País publicó una en la que el PP (con el 20% ) quedaba detrás del PSOE (27%) y Podemos 25%. Y parece que las encuestas que tiene el Gobierno son peores.

Es un panorama difícil e inesperado para Rajoy. Y si las municipales y autonómicas de mayo le van mal (bien es imposible porque los resultados del 2010 fueron muy buenos), el PP enfilaría las legislativas de fin del 2015 con negras perspectivas. Incluso se dice que si pierden Madrid, Valencia y varias capitales andaluzas, el propio liderazgo de Rajoy sería cuestionado.

Algunos dicen que si con Rajoy la derrota fuera segura se debería buscar otro candidato. Es una opción complicada porque la cúpula del PP tiene mucho poder y tampoco está a la vista una opción alternativa creíble. ¿Esperanza Aguirre si ganara Madrid? ¿La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría? ¿Alberto Nuñez Feijóo?.

Los proyectiles

Tras el shock, Rajoy ha empezado su batalla para aguantar después de mayo. Y dispara tres proyectiles: la crisis es pasado, defensa del orden constitucional y recuperación del diálogo social. El pasado jueves proclamó: «En muchos aspectos la crisis es ya historia del pasado y estas Navidades van a ser las primeras de la recuperación».

Es cierto que hay cierta reactivación pero la población lo nota poco pese a la incipiente creación de empleo. Pero Rajoy apuesta por una mejora suplementaria en el 2015 (el 2016 es otra cosa). La reforma fiscal comporta una reducción de las retenciones del IRPF que va a hacer que a primeros de año suba el sueldo en mano de muchos españoles. Y el dinero inyectado va a incrementar la actividad.

Además el descenso del petróleo al entorno de los 65 dólares (estaba en 110 hace poco) va a ser un factor dinamizador. Así como la depreciación del euro que va a hacer mas competitivas las exportaciones y el descenso de los tipos de interés. En el 2015 la propaganda del fin de la crisis va a tener más puntos de apoyo.

En segundo lugar Rajoy no va a defender tanto la nueva ley de seguridad recién aprobada (la ley mordaza) como el concepto de orden constitucional. El mensaje Constitución, Constitución, Constitución es una llamada al orden. En Catalunya no le va a dar votos (tampoco le hará bajar la cuota que tiene) pero sí se los puede dar en el resto de España. El PSOE se define por la reforma federal de la Constitución lo que puede no gustar al electorado conservador que comulga con Rajoy en que «ni la soberanía nacional ni la unidad de España son negociables y que los españoles no necesitan propuestas para articular regiones que llevan siglos articuladas, porque sobre la exaltación de las diferencias jamás se levanta nada útil". ¿Está claro? Y el orden servirá también de muro de contención contra las protestas de Podemos, sospechoso de provenezolano, criptocomunista…

Rajoy quiere cicatrizar también heridas con los sindicatos y no ser solo el presidente de la reforma laboral. Por eso ayer firmó con los sindicatos un acuerdo que durará hasta abril del 2016 y que beneficiará con una ayuda de 426 euros al mes a los parados que hayan agotado la prestación. Ahora toca ser social.

¿Serán suficientes estos tres mensajes para hacer remontar al PP en las encuestas de aquí a mayo?

No es fácil por la brecha con la opinión pública por la crisis y la explosión de casos de corrupción. Pero Rajoy va a luchar. Necesita sobrevivir a las elecciones de mayo.