Que Euskadi se prepare

Esta semana, la publicación de las balanzas fiscales ha elevado a categoría de personaje televisivo al economista Ángel de la Fuente, jefe del grupo de expertos del Estado que han calculado estos balances. Es un reputado profesor, bien conocido en el mundo de la economía y las finanzas. Tiene un sentido del humor muy particular. Recuerdo un artículo suyo (El País, 15-10-13) en el que analizaba la posible o imposible integración de una Catalunya independiente en Europa, y lo consideraba como una película del oeste, un remake de El bueno, el feo y el malo, al que llamó «El bueno, el feo y el guapo». Y advertía con sarcasmo: «El feo es la España no catalana, el bueno el pueblo catalán, y el guapo el Gobierno británico porque se toma eso de la secesión de forma más relajada». ¡Ah! Ya les dije que tenía un sentido del humor muy singular. Ahora, tras su inmersión en todas las cadenas del telehipódromo nacional, este profesor ha seguido la típica trayectoria del Principio de Arquímedes, es decir, ha recibido un impulso -el tiempo dirá si hacia arriba o hacia abajo- pero que en cualquier caso lo ha transformado en criatura famosa y popular. De todas sus apariciones ha sido particularmente interesante la entrevista, en dúplex, que le practicó Toni Cruanyes (TN Vespre, TV-3). Demostró este reputado profesor lo que ya nos advirtió certeramente nuestro querido compañero Agustí Sala el jueves en este diario: «Tiene una visión de país centralizado.No se plantea la autonomía fiscal de los territorios». Efectivamente. Es su manera de pensar. Y hubo en esta entrevista de TV-3 un instante especialmente resaltable. Fue cuando Cruanyes le preguntó: «¿Podría tener Catalunya un sistema de financiación como Navarra o el País Vasco?». Respondió: «Eso no tiene sentido. Lo que hay que hacer es ir adecuando los ingresos de las comunidades forales a las del resto. No tiene sentido que unas estén mejor financiadas que las demás».

Tremenda advertencia la del famoso profesor. Hay que entenderla como un aviso de perdigonada a Euskadi. O sea: En cuanto acabemos con el problema catalán, procederemos a limar la Hacienda vasca. ¡Ahh! Si el lehendakari Urkullu vio la esta entrevista, el susto debe ser considerable.

Nota: La repercusión televisiva sobre la confesión del Molt Honorable Jordi Pujol se la ofreceré mañana. A la hora de cerrar esta columna aún no ha comenzado La Sexta noche, en donde va a ser tema de gran debate.