Al contrataque

¡Que emigren los políticos!

En el colegio electoral tendríamos la urna para votar y otra urna para 'botar'. Qué gusto. No habría abstención

XAVIER SARDÀ

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¿Y si los políticos también tuviesen que emigrar? Los jóvenes con licenciaturas y másteres tienen que salir a buscarse la vida. Sería justo que los políticos viviesen una experiencia similar. Emigración política obligada. Los ciudadanos no solo votaríamos a quien gobierna, sino también a quien se va a otro país.

En el colegio electoral tendríamos la urna para votar y otra urna para botar. Qué gusto. No habría abstención. Tendríamos elecciones normales y, además, el gran hermano VIP de la política. Los políticos que enviásemos entre todos fuera, tendrían que estar como mínimo toda una legislatura lejos, sin decir ni pío y buscándose la vida. Sería interesante ver cómo se comportan los políticos en las campañas electorales sabiendo que pueden ser nominados. A lo mejor así dirían menos absurdo-falsedades y tratarían al electorado como a personas adultas. Quién sabe.

Hacer las maletas

En los casos de partidos hermanos las elecciones podrían acabar con un partido ganador y con el líder del otro emigrando. Si todos los que votan Esquerra marcan la casilla de Mas y los convergentes la de Junqueras, uno de los dos hace las maletas. No digamos con PP y Podemos.

Todo esto le conferiría a las elecciones un mayor dramatismo y los ciudadanos tendríamos verdadera sensación de poder: «Junqueras gana por la mínima y Mas a Grecia». Los discursos serían casi épicos. ¿Qué diría Mas, rodeado de maletas, al partir?: «Ciudadanos, quiero felicitar en primer lugar al ganador. Con Junqueras he tenido enormes tensiones políticas pero ahora es el momento de desearle suerte. A pesar de que mi presencia en la comisión de investigación del casl no estaba justificada, fue juego sucio y electoralismo barato. Total, por haber conocido a Prenafeta, Macià Alavedra y los Pujol. ¿Qué podía aportar yo a la comisión?... naderías. En fin, tomo nota de las nominaciones de buena parte del electorado de Esquerra y me voy. Me han aceptado como becario en la escuela superior de Vathí en Ítaca. ¡Visca Catalunya!».

Si el político gana, se salva. En cambio, si pierde por un solo voto hay recuento de nominaciones y el líder se va como nuestros jóvenes supercualificados. Imagino la rueda de prensa de la Cospedal diciendo que Rajoy se va de vigilante jurado a la sede del arzobispado de Marsella:

«Tal y como se corresponde digamos a lo que serían no ya los resultados electorales que no han sido tan malos, sino más bien al recuento en diferido y desigual de los votos nominales, o más bien en el sentido de nominación, el expresidente Rajoy continuará su carrera política en Marsella en lo que, sin duda alguna al respecto, serán cuatro años de reflexión y puede que de escritura y análisis. No hay preguntas».