La clave

Qué diría Huertas Claveria

IOSU DE LA TORRE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se cumplen 40 años desde que la autoridad militar ordenó el ingreso en prisión del periodista Josep Maria Huertas Claveria. Sí, hace 40 años, aún España era una dictadura. Le quedaban cuatro meses de aliento fétido al caudillo que firmó el fusilamiento de los etarras Txiki Otaegi y los militantes del FRAP Baena, Sánchez Bravo y García Sanz. Las libertades de información y expresión eran inexistentes. Los tribunales militares podían impartir justicia en la vida de todos.

Huertas Claveria cometió el desliz de escribir, a lo largo de un reportaje sobre mala vida, que muchos de los mueblés barceloneses eran regentados por viudas de militares. Se lo había oído argumentar a su jefe en el Tele/Exprés, y, claro, no supo contrastarlo. El encarcelamiento dejó sin vacaciones a bastantes periodistas, pendientes de la suerte que podía correr el colega, tras un día sin diarios, huelga inaudita en esa Barcelona de bostezo tardofranquista.La Vanguardia (entonces española) y los diarios del Movimiento no la secundaron. Aquel verano de 1975 hizo mucho calor en las redacciones. Los meses siguientes tampoco bajó la temperatura.

Huertas pasó casi nueve meses en la Modelo, de donde salió encanecido para siempre y convertido en leyenda. Para lo bueno y para lo malo.

Entre la web y el plasma

El reportero que te mandaba a la calle con un exabrupto con la autoridad de quien la pateó mejor que muchos, el que nos enseñó las dimensiones del fotógrafo Robert Mapplethorpe, ya no está entre nosotros, pero se le recuerda. Dejó lecciones y errores. De todo se aprende. Por un instante sería curioso volver a vivir aquellas escenas dignas de Primera Plana, aunque ya entonces casi nadie era como Jack Lemmon, ante un jefe con cara de Walter Matthau. Ver cómo aquellos hombres y mujeres que sorteaban la censura afrontarían hoy una ley mordaza. Escucharles sobre la web de la alcaldesa Carmena, el plasma de Rajoy, la veleta catalana o del frentismo mediático madrileño. Cómo se enfrentarían al vértigo de las redes sociales... Mejor, no. Es un flashback indigesto.

Qué ganas de vacaciones.

TEMAS