¿Puede ganar Le Pen? La respuesta es que sí

Las elecciones francesas amenazan con convertirse en la tormenta perfecta que conduczca a la líderesa del Frente Nacional en nueva presidenta de Francia

La candidata a la presidencia de Francia por el Frente Nacional, Marine Le Pen, llega al plató de televisión donde se ha celebrado el debate entre los 11 candidatos.

La candidata a la presidencia de Francia por el Frente Nacional, Marine Le Pen, llega al plató de televisión donde se ha celebrado el debate entre los 11 candidatos. / periodico

RUBÉN HERRERO DE CASTRO

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Entre abril y mayo se celebran las elecciones presidenciales francesaselecciones presidenciales francesas, donde algo impactante puede suceder: la candidata del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen puede ganarlas.

Todo comenzó hace mucho tiempo, concretamente en los años 70 cuando su padre Jean Marie Le Pen, fundó el FN. Un partido condenado a la marginalidad política. Pero su astucia política y su mensaje populista, en combinación con el colapso del socialismo francés, llevó a este partido a disputar la presidencia de Francia a Chirac en el año 2002, pasando del 0,7 de los votos a cerca del 20 por ciento. Más adelante cedería la presidencia a su hija Marine que lo terminaría expulsando en el 2015 del partido tras las enésimas y lamentables declaraciones de éste trivializando el Holocausto.

Todos pensaron que sería más de lo mismo, protagonismo mediático pero sin peso político real. Se equivocaron. Marine Le Pen transformó el FN y lo sacó del inmovilismo ideológico, adaptando su discurso a la sociedad real. 

Hizo un camino similar al emprendido por Gianfranco Fini en Italia cuando llevó a cabo la transición del Movimiento Social Italiano (MSI) en Alianza Nacional, llevando a este partido a formar parte del gobierno de Italia. El gran mérito de la presidenta del FN ha sido normalizar a su partido, esto es, hacerlo aceptable política y sociológicamente hablando. Lejos de causar rechazo, los partidos tradicionales copian sus recetas y mensajes en materia de inmigración y seguridad.

En las pasadas elecciones europeas el FN asaltó los cielos obteniendo la victoria, el 26 por ciento de los votos y 24 escaños. La crisis económica y política que vive Europa fue viento en las velas del FN, que lo llevó a ser la primera fuerza política de Francia.

Marine Le Pen afronta ahora su mayor reto, ser presidenta de Francia. ¿Realmente puede ganar? La respuesta es sí. Su barco navega hacia la tormenta perfecta. A los efectos de la crisis económica y el euroescepticismo, se suma su impacto mediático inigualable, la decepción de la ciudadanía respecto a los los partidos tradicionales, los escándalos de corrupción de Fillon y la división del voto en la izquierda como resultado del colapso del Partido Socialista.

Todas las encuestas señalan que Marine Le Pen y Macron pasarán a la segunda vuelta de mayo y entonces no bastará tratar de asustar a la gente con que viene Le Pen, tal y como hizo Chirac en el pasado. Dando por bueno este probable escenario, Le Pen sumará automáticamente los votos de Nicolas Dupont y otros candidatos nacionalistas (7 por ciento de votos más).

Entonces, si consigue atenuar su fobia a la Unión Europea y matizar su proteccionismo económico, puede ganarse el apoyo de una porción relevante de los votantes de Fillon e insistiendo en sus políticas sociales sólo para franceses, conseguir algunos apoyos entre desencantados y radicales de izquierda a los que puede seducir planteando la pregunta, ¿qué más tenéis que perder?. Si a todo esto, sumamos una abstención en torno al 30, el meteorito Marine Le Pen puede impactar en el Eliseo.