Dos miradas

Proporción

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace más de 40 años, Josep Mercader tuvo la valentía y el coraje de edificar un hotel de mar en una punta de la inmensa bahía de Roses, que se extiende hasta las islas Medes y que recoge -este espacio señorial y majestuoso- toda la herencia que nos dejaron los griegos y los romanos. Es decir, la divina proporción de las cosas. Fue una visión y la voluntad de trabajar con seriedad y elegancia un turismo que se acerca al de los balnearios de Chejov. Según Jaume Subirós, el continuador de la obra de Mercader, truncada demasiado temprano, la tierra no irrumpe en el mar sino que es el mar quien se apodera de la costa: «Estamos rodeados de agua, ¿lo ves?». Es cierto. El Almadrava Park se parece a un barco que discurre con placidez por la bahía. Hay pasajeros de todo tipo, entre ellos el maestro Espinàs, que hace años que visita el hotel y trabaja en una habitación. Me lo encuentro y me dice: «Creo que quedamos dos, yo y Paul Auster, que escribimos a máquina». Es la persistencia, la imagen de la continua relación entre el hombre y lo que escribe a partir de bases tan sencillas (tan poderosas) como la observación, la comparación y la precisión.

Son palabras suyas. En este hotel, también las pongo en práctica. De repente, llueve sin medida. Nos cobijamos bajo un porche. Un grupo de ingleses ancianos hablan en voz baja y beben gintónic. Una pareja joven construye sonetos a dúo, en versos decasílabos. Llueve. La justa proporción de las cosas.