Geometría variable

Cuando Rajoy desmiente a Andreotti

JOAN TAPIA

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Giulio Andreottino siempre tenía razón. En contra de lo que dice su famosa sentencia, el poder también desgasta a quien lo tiene. La prueba es lo que le pasa al PP. En 18 meses de gobierno, según el CIS, su estimación de voto ha caído del 44% de los comicios del 2011 al 32%. Y lo peor -las elecciones aún están lejos- es que las disensiones internas empiezan a surgir con fuerza. Y tienen pinta de poder ir a más.

Lo más vistoso es el lío organizado por la intención deAlberto Ruiz-Gallardónde cambiar la ley del aborto. El exalcalde de Madrid, icono del ala liberal, ha asumido posiciones de derecha-derecha y -quizás porque cree que en una futura batalla por la sucesión deMariano Rajoyle sería fatal el veto del lobi ultracatólico- aboga por la marcha atrás hasta más allá delpiccolo abortodeFelipe González. Pero su proyecto ha tenido gran contestación interna yRajoyySoraya Sáenz de Santamaríahan decidido poner el asunto en el congelador. Bien jugado, pero mientras aumenta la irritación de los integristas, que ven cómoBibiana Aídoreina después de muerta.

Algo similar ha sucedido con la ley de educación deJosé Ignacio Wert.Ha generado gran conflictividad y ya compite conJosé María Aznarcomo granero independentista. Y mientras se pactar arreglos, ha sido reenviada a la sala de espera.Wertno es ultra y viene de la democracia cristiana, pero carece de experiencia política y ha querido compensar su falta de pedigrí pepero atacando a Catalunya. Grave error de alguien que está en el Gobierno por ser amigo deRajoy.

El peligro mayor es la rebelión de los barones de Madrid, Extremadura, Aragón y Galicia contraCristóbal Montoro(yRajoy) por el déficit asimétrico de las autonomías en el 2013, necesario para Catalunya, pero también para Valencia, Baleares y Murcia. El PP deAznary deRajoyha engordado en España con espinacas anticatalanistas, pero ahora este aliento se le está atragantando. PorqueRajoynecesita pactar una financiación más justa con Catalunya para evitar males mayores y porque los barones del PP están muy nerviosos. Creen que la crisis les pasará factura en las autonómicas de principios del 2015 y el anticatalanismo es la tentación. AyerEl Paíspublicaba una encuesta que decía que, por primera vez desde hace muchos años, el PP perdería la alcaldía de Madrid ante una coalición PSOE-IU.

¿Puede estar tranquilo el PP porque el PSOE no levanta cabeza? No es del todo así. El CIS dice que mientras el PP ha bajado 12 puntos desde las elecciones, el PSOE se mantiene estable. Y la diferencia se ha reducido de 16 a 6 puntos. Pero lo peor es que en intención directa de voto -la que manifiestan los encuestados antes de lacocinaposterior-, el CIS de abril es ya el tercero en el que el PSOE va por delante del PP. Es un dato revelador, que se invirtió en octubre del 2012, rompiendo una larga secuencia que se remonta al plan de ajuste deJosé Luis Rodríguez Zapaterode mayo del 2010, en la que el PP siempre batía a los socialistas. Y el vuelco en la intención directa de voto precede siempre a cambios más profundos. Si encima se suma la descoordinación entre la vicepresidenta y la secretaria general del PP, y entreMontoroyLuis de Guindos,la conclusión es queRajoyempieza a verle las orejas al lobo.