Montaña de oro y miseria

Mientras los hombres de la humilde localidad de Santa Filomena se juegan la vida bajando a las entrañas de una montaña de piedra, sus mujeres se quedan en las laderas arañando la roca con sus manos y sus dedos. Son los buscadores de oro de Perú. Viven miserablemente. Están rodeados de oro y no obstante son pobrísimos. Hasta allí ha viajado esta semanaAdela Úcar (21 días, Cuatro), y nos ha vuelto a ofrecer un recital de sinceridad, de periodismoverité, y de respeto. DecíaAdela, sorprendida:«No esperaba yo que sobre una montaña de oro se pudiera vivir así. No tienen agua potable, a las diez de la noche les quitan la luz, hacen sus necesidades en un cubo, no tienen calefacción, y viven en unas casas que son chabolas».Y después de tres semanas de trabajo trajinando piedras, dejándose las uñas, la piel y la salud en esa pétrea montaña, sin signos de vegetación por ningún sitio, pura roca polvorienta,Adelaha conseguido un botín: una pepita de oro de 0,8 gramos de peso que le han tasado al precio de 104 soles, o sea, 30 euros. ¡Ahh! Me acordaré deAdela, y deFerminayFaustino-la humilde familia de mineros que la han acogido- cada vez que pase por delante de una joyería. Cada vez que vea en un escaparate una sortija de oro, o una gargantilla, pensaré en las humildes y pobrísimas gentes de Santa Filomena, que con tanta sensibilidad nos ha mostradoAdela Úcar.

TER-LLOBREGAT: USO Y ABUSO .-No me refiero al consumo. Me refiero alapprocheque nos ha hecho esta semanaJordi Évolesobre la compañía de agua Ter-Llobregat (Salvados, La Sexta). Ha hablado conJaume Solà, expresidente de esta compañía, y se nos han puesto los pelos de punta. Este exdirectivo ha hablado muy clarito. Nos ha dicho que Aigües Ter-Llobregat se ha privatizado«porque iba bien». Que la Generalitat ha cobrado por la venta solamente 300 millones de euros, pero que se ha quedado con la deuda de 700 millones. Que antes de vender«subió el recibo un 60%, o sea, un regalito añadido para los compradores». Que además a los compradores se les ha garantizado el beneficio continuo por un período de 50 años. YSolàha añadido:«Esto es una barbaridad. Yo diría incluso que es antipatriótico. Se ha perdido el respeto y la mesura». Hombre, esto parece un negocio privado fabuloso a costa de un bien que era público. Sería conveniente que la Generalitat aclarase el asunto.