Contra el dragón

Llevamos demasiados días, meses, años luchando contra el dragón. La princesa nos salió rana y no tenemos claro a quién ajustar la armadura de Sant Jordi. Primero probamos con los indignados del 15-M, después con la independencia, luego la PAH y ahora tomamos medidas aForcadesy Oliveres. Mientras tanto, nos dispararon el IVA cultural y el estrés tecnológico nos ha incapacitado para fijar la atención más de cinco minutos seguidos. La leyenda naufraga en el lodazal de la realidad.

Hoy es Sant Jordi y tomaremos la calle. En esta ocupación podremos caminar tan tranquilos como nos permita la aglomeración.Cospedalno nos acusará de nazis ni los mossos cargarán municiones que después no existen.GallardónyRoucoaún no ven nada pecaminoso en que las mujeres participemos de la fiesta yRajoy, para variar, no tendrá nada que decir. Todos losconsellersestán de acuerdo en celebrar hoy mismo Sant Jordi, con lo cual no hay noticia encan Mas. La izquierda está intentando organizar una participación única y unida, y para cuando lo consiga igual ya no existe ni la leyenda... Hoy, a pesar de todo, tomaremos la calle. Y aunque el acto tenga más de fiesta que de reivindicación, en las engalanadas mesas de exposición y en las sobrias estanterías de las librerías se esconde la única arma que nos permitirá enfrentarnos al dragón y vencer. Si le ofrecemos nuestra ignorancia e indiferencia, también le entregamos nuestra libertad.