Ideas

Spacey y Camacho

JORDI PUNTÍ

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Además de las historias de asesinos y detectives, la mayoría de teleseries dramáticas de EEUU giran sobre uno de estos tres temas: médicos y hospitales, abogados y jueces, políticos y juegos de poder. También hay vampiros, publicistas que fuman o reyes destronados, pero las modas pasan y al final siempre vuelven a los mismos temas: sanidad, justicia, política. De estos tres filones, la política ha dado últimamente las series más memorables. Pienso en la épica amortiguada por las alfombras de El ala oeste de la Casa Blanca, en la trama de las elecciones municipales que cruzaba varias temporadas de The Wire, o en Boss, con ese alcalde de Chicago sin escrúpulos y una enfermedad degenerativa. Los entresijos de la política también son el eje de House of cards, que protagoniza Kevin Spacey (Canal +). En este caso seguimos las maniobras de un demócrata en los despachos de la Casa Blanca. La astucia para manipular a los que le rodean, el uso de las tretas del lenguaje en su beneficio y el recurso de dirigirse de vez en cuando al espectador, dándole lecciones sobre su estrategia, le dan un aire shakespeariano, de personaje inagotable.

Cuando llegan aquí, las series de médicos y abogados nos parecen muy lejanas y las vemos solo como una ficción, pero ¿qué ocurre con la política? No sé si nuestros políticos son torpes, o yo soy un ingenuo, pero me fijo en el silencio del PP ante el caso Bárcenas, las excusas de Cospedal, los comentarios de Gallardón sobre la ley de desahucios, y no me resulta difícil entrever el doble juego, la trama de distracción que habría montado Kevin Spacey en su lugar. El otro día, por ejemplo, viendo a Alicia Sánchez-Camacho hablando de la sustitución de su escolta, casi esperaba que de repente mirase a cámara y dijera: «En el fondo me da igual si me acompañan los mossos o los nacionales, lo hago porque así pongo en duda una institución catalana y al mismo tiempo la gente se olvida de los conflictos que tenemos en el PP». Y luego nos hacía un guiño, o como mínimo lo intentaba.