La clave

'Pressing' Mariano

Si echaron a Sánchez fue para que el PSOE dejara paso a Rajoy. El presidente no puede rehusar la invitación. Basta ya de jugar al mus

Susana Díaz

Susana Díaz / periodico

ALBERT SÁEZ

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La camarilla político mediática que lideró la operación de acoso y derribo contra Pedro Sánchez no se está empleando con la misma intensidad para presionar a Mariano Rajoy para que se decida de una vez por todas a negociar su investidura. Los sabuesos de Génova ya huelen la sangre de una nueva mayoría absoluta en sus colmillos y no hacen otra cosa que poner más y más condiciones para que los chicos de Susana Díaz se rindan a sus pies con armas y bagajes o se inmolen definitivamente en esas urnas navideñas que oficialmente nadie desea pero que por debajo anhelan tanto los populares como los podemistas.

Para la democracia española y para su integridad territorial no habría nada más letal que unas terceras elecciones que dieran la mayoría absoluta al Partido Popular. Si fuera así, seguiríamos cuatro años más obedeciendo ciegamente los dictados austericistas de la UE, en aquello que no lesionan los intereses de la casta local, a la par que buscaríamos todo tipo de subterfugios para rehuir las reformas estructurales que pide Bruselas y que ponen en entredicho determinados privilegios de determinados sectores a los que no podemos llamar empresariales sino simplemente rentistas. Cuatro años más en la Moncloa permitirían a Rajoy reconstruir el PP que ha quedado destripado por la Gürtel, los Bárcenas y las Ritas colocando al frente de la nave al joven y apuesto Núñez Feijóo mientras el cainismo en la izquierda se multiplicaría exponencialmente al sobreponerse la lucha por el liderazgo en el PSOE con la lucha por la hegemonía con Podemos y la centrifugación territorial del principal partido de la oposición en el Congreso, fuera uno u otro. Estaríamos pues ante cuatro años más para colocar a los Soria de turno, pedir créditos en condiciones inmejorables para rescatar a quienes deberían arruinarse y seguir centralizando administrativamente España mientras se desintegra políticamente.

No, quienes empezaron la tarea deben rematarla. Si echaron a Sánchez fue para que el PSOE dejara paso a Rajoy. El presidente no puede rehusar la invitación. Basta ya de jugar al mus. De lo contrario, los verdugos de Sánchez no pasarán de ser unos tontos útiles