Dos miradas

Preparados

EMMA RIVEROLA

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Chicos, os traigo un nuevo trabajito. Un concurso de la Generalitat. Es pasta, así que ya os estáis poniendo las pilas. A ver si conseguimos que este mes no despidan a nadie. Se trata de hacer una campaña que todo el mundo entienda lo que queremos decir, pero sin decirlo. Ya sabéis. No hablamos de independencia, hablamos de un país que será la hostia. Nada de elecciones, pero que quede claro que estamos a punto de hacer algo importante. Las palabras de siempre: reto, tenacidad, compromiso… Bla, bla, bla. Imágenes de esfuerzo, sin pasarse, y de felicidad. Me da lo mismo si os estoy coartando vuestra creatividad. Mejor eso que cortaros el sueldo. A cambio, os perdono lo del bebé y el perro. Pero ni se os ocurra ponerme alguien raro. En principio, gente de orden.

Me estáis poniendo nervioso con vuestros bufidos. ¿Que todo esto va a resultar una bazofia sin ningún interés? Sinceramente, me importa un comino. Si ellos quieren gastar su dinero así… Bueno, vale, el nuestro, pero mejor que no nos pongamos estupendos. Por cierto, también algo de obstáculos superados. Eso de que nos ponen palos en las ruedas y tal. Somos cojonudos, pero no nos dejan serlo del todo. Y, sobre todo, que ya hemos salido del hoyo. ¿Que a tu hermano lo van a desahuciar y tu padre lleva dos años en lista de espera para la operación? Chicos, no siempre vendemos el mundo real, ¿lo recordáis? Y ya de paso, alguna escena marinera, ¿no?