Practicar el 'begin the beguine'

Cuando era joven sonó durante una temporada, o más, una canción en inglés que comenzaba así: «'Begin the beguine...'» Era una canción, compuesta por Cole Porter, que tenía una bonita melodía y se hizo muy famosa. Pero no la he vuelto a escuchar más y ya he olvidado la letra. Pero el 'begin-begin' se me ha pegado a la memoria.

Una versión en castellano decía: «Volver a empezar...». Pero no estoy seguro de que fuera una traducción concreta, porque después he sabido que, en inglés, 'begin' tiene el significado de empezar. Acabé pensando que la versión adecuada era «comienza el 'beguine'», que sería el nombre de una canción o una danza.

En cualquier caso, la idea de 'empezar' está llena de sugerencias. Empezar y terminar son dos conceptos muy importantes en todas las manifestaciones de la vida. Principio y final. Empezar es, a menudo, un ejercicio de esperanza. Y lo ideal es empezar bien para poder acabar bien. Pero no siempre puede alcanzarse ese objetivo.

La historia está llena de magníficas iniciativas -públicas o personales- que con el paso del tiempo acaban frustrándose. El mundo está lleno de gente con excelentes ideas que llevan al fracaso. En muchos casos empezar es relativamente fácil, pero mantener la calidad, o el interés social de una propuesta exige mucha inteligencia o mucha suerte.

Los latinos construyeron una frase que me parece demasiado optimista: 'Finis coronado opus'. Significa el fin corona la obra. A veces no se consigue llegar a la coronación final y el fin del proyecto es muy triste. A veces, también, se ve venir que un negocio ha iniciado el comienzo de su fin. Admiro aquellas tiendas barcelonesas que continúan vivas al cabo de un siglo. Porque practican cada día el 'begin the beguine'.

El recomenzar. No se debe desfallecer. Que suene la música y comencemos con la danza.