Pequeño observatorio

El portal de la gloria turística

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Un reportaje de Patricia Castán en este diario lleva este encabezamiento 'Las tiendas clónicas devoran la oferta comercial del centro de Barcelona'. Es una buena observación y una frase rotunda. Porque un estudio demuestra que las multinacionales o las franquicias se llevan hasta el 95% del negocio. El paseo de Gràcia y Oxford Street de Londres son similares pero no iguales. Comparten el hecho de ser unas vías comerciales de alta intensidad, compatibles con unos carriles centrales reservados a la circulación de autobuses y otros vehículos.

El portal del Àngel es otra cosa. Reservado a peatones, ha sido durante muchos años una calle ancha y bastante tranquila. Un camino para ir de la plaza de Catalunya a la catedral. Los barceloneses hacían este trayecto para ir de compras en los almacenes que entonces se llamaban Jorba o hacerse las gafas en casa Cottet. sin empujones. El único incidente posible era toparse, de forma impensada, con alguien que se había detenido de golpe para contemplar el popular y gigante termómetro que cubre una fachada de arriba abajo.

Sin haberlo previsto, comprobamos que la vida del portal del Àngel ha batido todos los récords de paseantes. No sé si alguien ha hecho el cálculo de densidad humana en este espacio, pero basta con mirar el espectáculo desde cualquier punto de la calle para darse cuenta de que ya sería hora de que lingüistas o demógrafos, atentos a esta calle, inventaran la expresión 'pasta humana'.

El éxito es impresionante. Perdonen la referencia personal, pero he visitado bastantes ciudades extranjeras y una concentración de gente tan densa como esta no la he visto en ninguna parte. Yo diría que es un fenómeno social digno de verlo, y no me extrañaría que ya lo recomendaran las guías turísticas. Y que cualquier día se alquilaran balcones para contemplar el espectáculo.

La rambla de las Flors ya tiene competencia: la rambla del Àngel. Dos advocaciones cada vez más devotas y compartidas: la Mare de Déu de l'Empenta.