Diputados contra activistas

El duelo que sostienen en Podemos Iglesias y Errejón es más que una simple lucha por el poder porque se discute cómo hacer política dentro del sistema para cambiarlo

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, en sus asientos en el Congreso, este mes de diciembre.

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, en sus asientos en el Congreso, este mes de diciembre.

JUANCHO DUMALL

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El duelo a brazo partido que sostienen en Podemos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón cara a la asamblea de febrero (Vistalegre 2), es más que una simple lucha por el poder. En el debate, a veces más subido de tono de lo conveniente, han podido verse dos maneras de abordar la oposición desde una formación de izquierdas y abanderada de la nueva política.

Iglesias propone “tejer una red de contrapoderes de base”, idea que remite a los orígenes gloriosos del 15-M y, más allá, a los ensayos socialistas en el Chile de Salvador Allende. El líder de Podemos, defiende que “la ruta está en la calle” y que los cargos del partido deben ser “activistas institucionales”.

Cabe preguntarse en este punto qué es el activismo en el siglo XXI formulado por unos políticos que participan en las instituciones y tienen una presencia muy notable en los principales medios de comunicación. ¿Se refiere Iglesias al uso intensivo de las redes sociales?, ¿a escraches y protestas sorpresa en, por ejemplo, sucursales bancarias?, ¿a acciones espectáculo y de riesgo físico al estilo de  Greenpeace? Estaría bien que el líder de Podemos concretara ese activismo que corre el riesgo de confundirse con el show.

Errejón, por su parte, hace una propuesta más convencional. No le hace ascos a colaborar con el PSOE (muy lejos, por tanto, de las referencias a la “cal viva” de su vecino de escaño) y propone “abandonar la obsesión por la revancha histórica”. Pesimista sobre la envergadura de la movilización social en la España de hoy, Errejón sí cree en “la capacidad transformadora de la oposición”.

LAS DIEZ DIFERENCIAS

Solo hay que leer el esclarecedor artículo publicado hace unos días por Iolanda Mármol en este diario con el título de 'Iglesias y Errejón, las diez diferencias' para comprender que lo que se ventila en Podemos estas semanas es mucho más que un pulso entre machos alfa. Lo que se discute es cómo hacer política dentro del sistema para cambiarlo, cómo aprovechar la presencia en las instituciones sin olvidarse de la calle y cómo tejer estrategias y alianzas para que las cosas cambien.